La Youth League devuelve las esperanzas en La Masia
Frente al caos del filial, Riqui Puig, Collado, Abel y Miranda ilusionan
Mientras el filial del Barça se despeña rumbo a Segunda B con una collage de 25 fichajes en las últimas dos temporadas, el resultado de una política errática, el equipo juvenil de Javier García Pimienta conquistó el pasado lunes su segunda Youth League y dio esperanzas a La Masia. Lo hizo con una generación de jugadores que, una vez superada la sanción FIFA, ha recuperado cierto aroma a ADN Barça. Futbolistas de toque como Riqui Puig o Álex Collado, y de poderío, zancada y gol como Miranda y Abel Ruiz, dan esperanzas a un club que vivió paralizado casi un año durante 2015 cuando la FIFA sancionó el fichaje irregular de comunitarios menores de 16 años y extracomunitarios menores de 18.
El Barça debe solucionar un problema capital: el salto de sus diamantes al primer equipo. Para eso debe acabar con resultadismo y mercantilismo. Hay dos datos incuestionables. El primero es que en los últimos tres años ha fichado para el filial a 34 jugadores que no han pasado por La Masia. Sin embargo, futbolistas como Sergio Gómez, Mboula y Eric García se han ido. El otro es que su once suplente en la primera plantilla es más caro que el titular, en la mayoría aún formado en la cantera (Sergi Roberto, Piqué, Alba, Busquets, Iniesta, Messi). Hay dos cortafuegos que impiden llegar a los talentos: el filial y esa segunda unidad del primer equipo. Eso que Cruyff o Guardiola se saltaron con futbolistas como Ferrer, Sergi, Pedro o Busquets. Jugadores como Riqui Puig son el futuro. El club estudia quién obstaculiza esa progresión para, si es necesario, cambiar su estructura de cantera. En 2014, ganó la Youth League. Apenas sobrevive Munir, cedido en Vitoria.