No gol, no party
El árbitro anuló un gol a Zaza por fuera de juego que era legal ● Será de Champions si hoy no gana el Betis
Marcelino se quedó sin fiesta en Mestalla. También Peter Lim, allí presente. Un rocoso Eibar y una decisión de Jaime Latre le dejaron sin ella. Al menos de momento, porque el Valencia suma 11 puntos más que el quinto. Simone Zaza marcó el gol de la Champions, o el que podría habérsela asegurado a los blanquinegros, pero el colegiado, a instancias de su línier, se lo anuló por fuera de juego. Con VAR, hoy el Valencia sería ya mínimo cuarto y no dependería de lo que haga el Betis contra el Málaga. Todo lo que no sea una victoria de los béticos, Champions para el Valencia. De lo contrario, Marcelino deberá ir a buscarla allá donde precisamente le echaron pocos días antes de haber podido debutar en ella: Vila-real. Caprichoso que es el fútbol.
La Champions deberá esperar al Valencia, o mejor dicho el Valencia a ella. Más allá del gol anulado a Zaza, los de Marcelino repiten racha negativa como en la primera vuelta. Se le atragantó entonces la fase de la Liga en la que le tocó jugar, entre otros, contra Barcelona, Getafe y Eibar y le ha vuelto a suceder. 5 puntos de los últimos 15. Marcelino y su equipo deberá analizar por qué, qué tienen estos equipos que fuerzan sus defectos y, sobre todo, oprimen sus virtudes.
El público, que acudió en masa a Mestalla, en una de las mejores entradas de la temporada, recogió el guante de Marcelino. Se veía a la gente con ganas de celebrar la Champions. La grada estaba enchufada, y mira que estarlo fue difícil durante la primera mitad, que fue lenta, imprecisa y aburrida como pocas este año. Lo mejor, sin duda, el paradón de Neto tras disparo de falta de Pedro León. El brasileño, una vez más este curso, salvó los muebles a los suyos con una palomita de fotografía, en la que se jugó el tipo contra el póster, y tras cuyo rechace Kondogbia sacó el balón casi de la red. Rodrigo fue durante muchos minutos el único futbolista del Valencia que cuando aparecía daba la sensación de que podía pasar algo. El problema es que el goleador ché arrancaba casi siempre de espaldas y desde muy lejos. Y así no había manera de que nadie inquietara a Yoel, que como Orellana y Lombán jugaban en ‘casa’.
El Valencia no encontraba la forma de meterle mano al Eibar y los de Mendilibar tampoco querían desmelenarse no fuera a que con espacios Guedes y cía les dejaran sin pelo. Precisamente el portugués y Carlos Soler tomaron las riendas tras el descanso y el público lo agradeció. Ellos llamaron a zafarrancho, aunque no gol, no party. Pero Guedes es de esos futbolistas que necesitas para ir por Europa, como Carlos Soler uno de esos canteranos que todo buen vestuario tiene que tener dentro.
El Valencia, aunque cada vez mirada desde más cerca a Yoel, ladraba pero no mordía. Le faltaba pegada. Remate mejor dicho. Para ello entró Simone Zaza, uno de tantos futbolistas que no piensan moverse este verano por más que de nuevo empezara en el banquillo. El italiano, tras una asistencia de Parejo, superó a Yoel, aunque Jaime Latre se lo anuló. El partido entonces entró en un vaivén de contragolpes y faltas. El colegiado desquició a la grada con su condescendencia a la hora de sacar cartulinas y Montoya evitó males mayores tras remate de Kike. Empate y tocará esperar a ver qué hace hoy el Betis.