Nintendo Labo une juguete tradicional y videojuegos
La compañía japonesa sorprende con una arriesgada apuesta
Nintendo que nació allá por 1889 como una compañía de ocio dedicada a las cartas ha vuelto su mirada al pasado para planificar su futuro inmediato: unificar el juguete tradicional con el videojuego y potenciar las capacidades creativas y sociales de sus clientes.
Nintendo Labo, es una apuesta muy arriesgada y destinada al ámbito familiar en la que la Nintendo Switch se convierte en guía y complemento de varios accesorios de cartón que el usuario habrá de montar y que se combinarán con partes de la consola para darles un nuevo uso.
Dos Kits. El nuevo juego, si puede llamarse así a Nintendo Labo, viene en dos formatos:
uno más sencillo que permite la creación de una caña de pescar, un piano, una casa, un manillar de moto y un vehículo teledirigido. Y un segundo kit con el que se monta un exoesqueleto que convierte al usuario en un robot con el que podrá sembrar la destrucción dentro de varios escenarios.
La Switch a toda potencia. La consolas de Nintendo se han caracterizado siempre por ser las más avanzadas tecnológicamente, pero a muchos de esas prestaciones jamás se les sacó realmente un provecho útil. En el caso de la Switch pasaba un poco lo mismo: sensores de infrarrojos, cámara nocturna, cámara térmica... Con el nuevo Labo reciben un uso que sorprenderá y mucho.
Diversión en familia. Aunque los accesorios de cartón son relativamente fáciles de montar siguiendo las instrucciones de la consola, en algunos casos será necesaria la supervisión de un adulto para los más complejos, por lo que resulta ideal para compartir entre padres e hijos.