Vietto se inventa un golazo y reina en el adiós de Eloi
El capitán del Girona fue homenajeado en su último duelo
El Valencia reinó en la fiesta de final de temporada del Girona en Montilivi. Vietto regaló el triunfo al conjunto de Marcelino en un duelo que sirvió para decir adiós a Eloi Amagat. El capitán disputó diez minutos y vivió su último partido con la camiseta del Girona de su carrera.
El inicio del encuentro fue parsimoniso. El Girona le puso más intención que acierto a sus acciones, Lozano no estaba del todo cómodo, y el Valencia lo fio todo a las carreras de Guedes por la banda izquierda. Cada vez que se hizo con el balón, se olía el peligro, pero la zaga rojiblanca, con intensidad, logró secarle. Eso sí, fue el conjunto de Marcelino el que pudo atizar primero, pero el colegiado hizo caso omiso a una acción de Bernardo con Ferran Torres. El canterano che no se explayó en las protestas e imperó el sigan sigan. Corría el 22’ y no fue hasta los últimos minutos de la primera mitad cuando el conjunto gerundense, hizo más méritos, agitó el duelo. Lozano empezó a tomarle la medida a Murillo y en una acción eléctrica no pudo encontrar a Stuani. El uruguayo falló de forma inexplicable, pero el rechace le cayó a un Borja García que probó a Jaume. Tiró de reflejos y calidad y fue un muro. Tras ello, Granell lo intentó, pero el marcado no se movió. ¿Y Bono? Nada. Vietto trató de dar movilidad al ataque valencianista, pero no se entendió con Soler ni Zaza y el portero del Girona apenas estuvo bajo el foco.
Ya en la segunda mitad, el Valencia apareció mejor y castigó la falta de contundencia del Girona. Vietto le robó el balón a Granell y tras una circulación sin oposición, llegó a la frontal del área y, al ver que Bernardo no hacía el intento de presionarle, se inventó un disparo imparable. El 0-1 rompió el duelo y se vivió un intercambio de golpes: Juanpe y Soler tuvieron ocasiones muy claras, Olunga se topó con el palo y Timor trató de marcar desde el centro del campo.
Sin fortuna Olunga dio poderío aéreo y un cabezazo suyo se topó con el palo