“Debes ser un ‘enfermo’ si quieres triunfar”

Carlos Sainz habló en Mónaco con As y mostró su lado más personal: “Nadie me ha regalado nada y para mí eso es lo importante en la vida, la forma en la que me he ganado mi puesto en la F1”

—¿Cómo es un día normal de Carlos Sainz? —Me gusta levantarme sobre las ocho, después quitarme la primera sesión de deporte del día sin desayunar, me tomo un café y hago un poco de carrera, natación o algo de gimnasio. Después ya desayuno y hay días que voy a la oficina, allí planificamos las carreras, hacemos alguna reunión con patrocinadores y ese tipo de cosas. De ahí hay veces que voy a jugar al golf, vuelvo a casa a comer con mi familia, me gusta echarme una siesta de diez minutos el día que puedo. Luego, la segunda sesión de deporte del día con un entrenamiento más duro, y más tarde quedo con mi novia o mis amigos. —¿Es consciente de lo privilegiado que es?

—Claro que sí. Lo pienso todos los días. Hay días duros que nos cuesta a todos ir al gimnasio, te da pereza ir a la oficina a una reunión, a un evento, hacer una entrevista… pero está claro que soy un privilegiado. —¿Alguna vez le han tenido que poner los pies en la tierra?

—A todos nos han tenido que dar un toque de atención.

—¿Quién en su caso?

—Mi familia. A todos nos han tenido que dar una leche a tiempo, aunque sea de manera simbólica, y a mí me la han dado en diferentes fases de mi vida. En el momento te molesta, pero después entras en razón y sabes que tienes que cambiar en cierto modo. —No se puede decir que lo haya tenido fácil, ¿podemos decir que no es un pijo de esos que los demás piensan que lo han tenido todo hecho? —Puedes ser pijo y ser un currante, haberte ganado las cosas por ti mismo. Nadie me ha regalado nada y para mí eso es lo importante en la vida. La manera en la que yo me he ganado mi puesto en la F1, lo que ha trabajado para conseguirlo, eso no me lo quita nadie y se me tiene que valorar eso, en vez de si soy pijo o no.

—¿Ha ido alguna vez en Metro?

—He ido en Metro, correcto. No lo suelo hacer, tengo la suerte de tener un coche con el que poder moverme por Madrid, pero con 16 o 17 años me ha tocado ir en Metro con mis amigos, por supuesto.

—¿Qué valora de sus amigos?

—La sinceridad, por encima de todo, aunque me digan cosas que no me van gustar, la honestidad y el compromiso. Y luego la lealtad.

—¿Qué le quita el sueño?

—La competición, hay días que me paso horas en la cama dándole vueltas a cómo mejorar mi coche o a mí mismo.

—Ya ha explicado la razón por la que saco la bandera de España en Barcelona, siente orgullo de su país, pero también tenemos cosa malas, ¿la envidia es un mal español?

—Sí, totalmente. Hay veces en este país que nos da rabia cuando a un español le va bien, creo que es deporte nacional, y es algo que ojalá cambiemos. Me ha pasado incluso a mí y hay que intentar quitarse eso.

—¿Cuál ha sido el mejor momento de su vida, más allá de la competición?

—De los mejores, ver a mi padre ganar el segundo Dakar.

—Le veo, igual que a él, como un enfermo de la competición.

—Sí, sí, seguro. Todos los que competimos somos unos enfermos, tienes que serlo si quieres ganar algún día, si quieres triunfar.

—Alguna vez ha pensado que no lo va a conseguir…

—-No, nunca. Soy muy positivo en ese sentido, aun sabiendo que lo normal es no conseguirlo, que lo raro es serlo.

—¿Qué daría por ser campeón del mundo?

—-Lo que doy ahora, mi sacrificio, mi esfuerzo. No me falta por dar nada más. —Hubo otros pilotos que estuvieron en la F1, pero ahora sí que está claro que Sainz es el sucesor de Alonso.

—Me siento privilegiado por estar en F1 y que la gente me considere sucesor de Alonso, pero ya he dicho que tendré mi forma de hacer las cosas.

—¿Es más difícil ser campeón de F1 que de otro deporte?

—Es que somos 20... En golf hay 400, en tenis 200, pero en F1 solo unos pocos. La F1 depende de muchos factores, de estar en el sitio correcto en el momento justo y entre ellos me he encontrado yo. He ganado las World Series cuando tenía que ganar, entré en Red Bull cuando debía, he hecho algunos resultado en su momento y aquí estoy, luchando…

—¿Qué le hace más feliz?

—Que le vaya bien a mi familia.

De los mejores momentos de mi vida fue ver a mi padre ganar su segundo Dakar”