AS (Valencia)

“Casi me conocen más que a LeBron estos días” Asier de la Iglesia

- ALFONSO HERRÁN

Asier de la Iglesia, de 35 años y con un 90 por ciento menos de sensibilid­ad en pies y manos por la esclerosis múltiple que sufre desde hace seis años, debutó el pasado domingo como jugador del Delteco GBC en la Liga Endesa.

¿Abrumado por todo lo que supuso su debut en la Liga Endesa ante el Joventut?

—Trato de asimilar lo que ha pasado. Ha habido referencia­s en 500 medios de todo el mundo ¡Estos días casi me conocen más que a LeBron! (risas).

—¡Menudo eco mediático!

—Se ha desbordado lo que pretendía y me alegro. Empezó poco a poco como idea y hasta Pedro Sánchez se ha hecho eco. Hubo medios italianos, argentinos, alemanes... Coincidió con la Euroliga del Madrid, una alegría doble.

—Su enfermedad es más conocida gracias a su participac­ión con Gipuzkoa en la ACB.

—Ya tenía eco cuando jugaba en la EBA, pero la lucha contra la esclerosis múltiple ahora está en el corazón de mucha gente por la dimensión que da jugar en la élite.

—Cuente su historia...

—Viendo la televisión un día, cuando fui a cambiar de canal, noté que el dedo de la mano derecha lo tenía dormido. Luego afectó a más dedos, el antebrazo, el otro brazo... unas semanas no sentía los pies, no sabia si tenía calcetines, zapatillas... Te dicen que tienes cuatro lesiones cerebrales, que cuatro partes de tu cuerpo no funcionan bien.

—Y era deportista.

—Eso es. Tienes 29 años, te has estado cuidando a tope. Por el ojo derecho veo mal, tengo problemas de vejiga... pero no me quejo de las cosas, solo las cuento. Durante cuatro años no me querían fichar.

—La esclerosis múltiple suena a algo duro. —Te hundes al principio, pero con los medicament­os ha mejorado la esperanza y calidad de vida. No es una tontería.

—¿Cómo estaba ante el Divina Joventut?

—Tranquilo, como en una pachanga. He estado 15 años jugando amistosos ante equipos ACB. No era especial, bueno sí, por el motivo.

—Lástima que no anotó.

—He vivido un cuento de hadas. Sabía que había un minuto, dos jugadas, pero no estaba acostumbra­do al balón. Estás calmado pero tienes un 90% de insensibil­idad en manos y pies y alguien muy bueno te defiende...

—Es apasionant­e hablar con usted ¿algo más?

—Sí, que la gente entre en la página bailaconem.org.

Tenemos pulseras y gafas solidarias.

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