El derbi pucelano escribe otra página en Zorrilla
VRAC y El Salvador, por la Liga en otro baño de masas
Valladolid volverá a ser hoy epicentro del rugby nacional, si es que ha dejado de serlo alguna vez en los últimos tiempos. VRAC Quesos Entrepinares y SilverStorm El Salvador volverán al Estadio José Zorrilla para una nueva final, esta vez de Liga. No se alcanzará el lleno de la Copa de 2016, tampoco los 20.000 de 2017, pero se esperan entre 15.000 y 16.000 personas en las gradas del feudo vallisoletano. Algo más si hay arreón final entre los clubes que estos días disputan el Campeonato de España de canteras a orillas del Pisuerga y los aventureros de última hora. Teniendo en cuenta que las entradas para el derbi llevan poco más de una semana a la venta, puede decirse que la ciudad ha respondido, otra vez, a la llamada del oval. También los medios, con 29 ya acreditados que enviarán a más de 80 periodistas. Desde las 14:00 habrá fan zone con pantallas gigantes en las afueras del estadio.
Será el fin de fiesta a una temporada con más de 15.000 personas en el Central para ver a la Selección ante Rumanía y
Asistencia Se han vendido 15.000 entradas a falta del arreón final
Alemania, otras tantas en Valencia para la final de Copa, más de 100.000 en Bilbao con motivo de las finales europeas... Un año de ensueño, sólo empañado por la descalificación de los Leones del clasificatorio mundialista.
En lo deportivo, final esperada. VRAC llega como campeón de la fase regular y de la Copa, ganada precisamente a su vecino, segundo en Liga. Entre los dos han conquistado 14 de las últimas 20 que se han puesto en juego: siete para el VRAC (cinco de ellas desde 2012) y siete para El Salvador. Zorrilla romperá la paridad. Si gana el Chami, será el club más laureado del país junto al CD Arquitectura con nueve títulos totales; si lo hace el Quesos, ambos quedarán igualados a ocho entorchados en el palmarés. Los hombres clave de ambos equipos, los Blanco, Mateu o Wessel Bell en el VRAC y Katz, Nuu Junior o Walker-Fitton en El Salvador (Graaff jugará mermado), están a punto. Todos listos para escribir otro capítulo en una de las rivalidades más bonitas del planeta rugby.