Sin goles, la resolución queda para la vuelta
El local Drazic tuvo el 1-0 en el 90’ con un potente disparo desde lejos
El miedo a encajar un gol fue más fuerte que la valentía de anotar. Celta B y Cartagena tuvieron muy presente la ley de la manta y prefirieron taparse los pies. De hecho, los primeros quince minutos fueron de tanteo, donde las áreas parecían un coto privado de caza. Rompió la monotonía Juan Hernández, tras un buen servicio desde la derecha de Dennis. El cabezazo fue franco y casi a bocajarro, pero no pudo dirigir el balón a portería.
El susto puso en aviso a los albinegros, que decidieron dar un paso adelante, subieron la manta aún a riesgo de resfriarse por abajo. Pero no era el día de la puntería. Chavero tuvo la más clara y si erró fue porque se entretuvo en demasía con el balón y el tiro, desde el punto de penalti, ya fue muy forzado. Luego Aketxe probó a Sotres y Chavero lo volvió a intentar, otra vez con el punto de mira desviado.
El descanso le sentó bien al Celta B, que tras la reanudación fue más agresivo en ataque. Álex y Juan Hernández dispusieron de dos ocasiones idénticas, pero sendos zurdazos no consiguieron ver puerta. El filial céltico acosó en los primeros instantes del segundo tiempo al Cartagena. Viendo el chaparrón, los visitantes, expertos en estas lides, cortaron el juego con pérdidas de tiempo que acabaron por enfriar el ímpetu local de los primeros minutos.
Dominio celeste. No obstante, la segunda parte siguió siendo celeste. Dennis remató desviado y Brais lo intentó de falta directa, obligando a Pau Torres a despejar con los puños cuando el esférico se envenenaba hacia la red. Eso sí, la ocasión más clara del segundo acto fue para los albinegros. Sotres salió fuera del área para despejar de cabeza y entregó el balón a los pies de Owusu. No había portero, pero Ros ejerció de bombero y apagó el incendio de su compañero.
Drazic tuvo el gol sobre la bocina, con un disparo seco que pegó en la parte exterior de la red. Barreiro gritó gol, pero no. No hubo gol y toda la resolución queda para la vuelta.
Ocasiones Ambos dispusieron, pero no acertaron en la definición