La sombra blanca de Zidane

El fútbol sin Zinedine Zidane no existe. O, mejor dicho, la huella que ha dejado el francés en este deporte es ya tan profunda que parece imposible quitarle de la actualidad de la pelota redonda. Así que el hecho de que el técnico haya dejado el Real Madrid y se encuentre libre de ir a cualquier sitio está siendo una muy mala noticia para Didier Deschamps. El seleccionador galo, que fue su compañero en la Juventus y en los ‘Bleus’ y que nunca ha conseguido gustar a la gente, empieza el Mundial con una presión mucho más fuerte de lo previsto. Porque, desde hace diez días, la sombra de Zidane vuela sobre cada evento de la selección francesa. Ya sea una rueda de prensa, un entrenamiento o, como hoy, un amistoso. Y se notará todavía más en cada uno de los partidos en Rusia si los resultados o el estilo de juego no satisfacen.

Una sombra blanca, la del Madrid, la de un entrenador que ha ganado y ha ofrecido un espectáculo futbolístico ofensivo. A veces delicioso. La de un sustituto ideal y admirado por la inmensa mayoría de los aficionados franceses. El tema es tan recurrente que el propio presidente de la federación francesa, Noël Le Graët, ha tenido que reafirmar con fuerza, hace dos días, que Deschamps tenía contrato hasta 2020. Pero el deseo popular de ver al gran Zizou dirigir a Francia es ya tan potente que no se le perdonará nada al actual seleccionador.