Ogier, al mando en el barro de Cerdeña
Ogier sacó ayer el bastón de mando y se colocó en cabeza del Rally de Italia. El pentacampeón francés cimentó su liderato en el tramo más complicado y embarrado de la lluviosa jornada, en el que endosó importantes diferencias a sus rivales. Thierry Neuville, el líder del Mundial, marcha segundo, mientras que el tercer
mosquetero de esta temporada, Ott Tanak, se retiró tras dañar su radiador en un salto.
La jornada comenzaba con dominio de Andreas Mikkelsen. El noruego se imponía en los dos primeros tramos y abría un hueco importante con sus perseguidores mediada la jornada. Pero en el quinto tramo del día comenzó a sufrir problemas de cambio que le llevaban al abandono. Precisamente en esa especial, con lluvia, barro y niebla, Ogier dio el golpe de timón que le colocaba en cabeza de la prueba.
Neuville no estaba muy lejos, pero en el último tramo se saltaba un par de cruces y dañaba la parte posterior de su coche, y al final acababa a 18,9 segundos del francés. La lluvia jugó a su favor, ya que abría pista y no se encontró gravilla que limpiar a sus perseguidores. Teemu Suninen era tercero tras el abandono de Tanak, pero también se salía en el tramo final y cedía la posición a Jari-Matti Latvala, que acabó a más de medio minuto del líder.