Ira y luz, padre de España
Los españoles somos gente confrontacional, retratados por Goya matándonos a garrotazos. Estos días ha rebrotado ese carácter. Ya sea por lo que para unos es un imperdonable sabotaje de Florentino a la Selección anunciando unilateral e inoportunamente el fichaje de Lopetegui por el Madrid y para otros es una decisión disparatada, sin pensar como un estadista, del presidente de la Federación, la Selección se ha visto envuelta en titulares por todo el mundo que evocaban a la guerra civil, un enfrentamiento entre madridistas y aficionados de la Selección, entre los que también hay millones de madridistas, por cierto.
El poeta guipuzcuano Gabriel Celaya escribió una de las poesías que mejor describen la reconciliación entre los españoles después de la horrorosa Guerra Civil que nos enfrentó incomprensiblemente el siglo pasado. Esa poesía se recita ahora pensando en la mayor crisis que ha padecido la Selección en su historia buscando superar el difícil momento de una situación en la que unos ven culpable a Florentino y Lopetegui y otros a Rubiales. “Recuerdo nuestros errores, con mala saña y buen viento. Ira y luz, padre de España, vuelvo a arrancarte del sueño”, dice una estrofa del poema de Celaya.
Hace falta generosidad por ambos bandos para aproximar posturas. Por el bien de España. Aunque ayer Florentino llamó al madridismo a responder atacando a los que critican su indisimulado supremacismo y su poco respeto a la Selección, son muchos madridistas los que no están de acuerdo con su presidente. Sigamos la orden de Celaya: “¡A la calle! que ya es hora de pasearnos a cuerpo y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo. Españoles con futuro y españoles que, por serlo, aunque encarnan lo pasado no pueden darlo por bueno”. Hoy juega nuestro equipo. Hoy juega España.