Cuartos: un choque de padres y el desencuentro de dos amigos

Familia. El centrocampista de Inglaterra Fabian Delph fue padre el pasado lunes y viajó a Manchester ese mismo día para conocer a su hijo, por lo que se perdió el encuentro de octavos ante Colombia. Por suerte para él, los ingleses pasaron de ronda y el miércoles se incorporó de nuevo con sus compañeros para preparar los cuartos frente a Suecia. En el cruce de hoy Delph tendrá enfrente al capitán sueco Andreas Granqvist, cuya esposa dio a luz ayer. La diferencia es que el sueco ya le dijo a su mujer que no asistiría al parto porque hoy tiene partido ante Inglaterra. Cuestión de prioridades.

Verborrea. Si Patrice Evra,

capitán de Francia

en Sudáfrica 2010,

esperaba ser comentarista al terminar su carrera futbolística, no ha comenzado con buen pie. Opina sobre el Mundial en la cadena ITV

británica y parece que a los espectadores no les convence su labor. “Los grandes jugadores no son necesariamente grandes comentaristas y a veces son comentaristas malísimos, como Evra, que es condescendiente y perezoso”, valoró el diario The Guardian... Su trabajo fue valorado por el diario anglosajón con un 1,5 sobre 10. Suspendido en julio, tendrá que estudiar y mejorar mucho para la recuperación.

Prevenidos. Kieran Read, capitán de la selección neozelandesa de rugby, es un confeso seguidor del Mundial. Por eso, el jugador de los All Blacks, campeones de los dos últimos Mundiales, considera un aviso la eliminación de Alemania en la primera fase. “Cuatro de los cinco últimos campeones no pasaron la siguiente ronda del siguiente Mundial (Alemania, España, Italia y Francia), estamos en alerta” dijo Read en una emisora local. Tiene razones extras para no bajar la guardia, si se relaja jugando al rugby, es probable que acabe en el hospital.

Salto. Luis Suárez y Cavani terminaron ayer su aventura mundialista. Francia apeó a Uruguay en los cuartos de final en un partido en el que el delantero del Barça no pudo contar con su pareja de ataque por lesión. Ambos crecieron juntos en Salto, donde nacieron con apenas unos días de diferencia y donde son ídolos locales, como no podía ser de otra forma. Cavani, que fue el gran héroe uruguayo en octavos ante Portugal, le pidió a su amigo una victoria para volver a jugar juntos en semifinales. Griezmann impidió el reencuentro.