Hamilton vuela hasta la pole en su jardín
El piloto inglés logró con su Mercedes la sexta en su gran premio ‘de casa’ por delante de Vettel y Raikkonen con los Ferrari. Alonso terminó 13º y Sainz, 16º, fuera en la Q1 por primera vez este año
Estaba entrando en la caseta de Ferrari. Los italianos tienen dos iguales, torres gemelas en la F1, una para prensa e invitados y la otra dedicada a los empleados de la escudería. Y hacia ese edificio itinerante se dirigía Marc Gené. La pregunta que me salió fue de esas como si en el ascensor hablas del tiempo. ‘Llueve eh…’. Algo así. Le pregunto por el coche, no va mal… “Ya, este coche va bien en todas partes”, dice. Se quedó el catalán en la Scuderia cuando se fue Alonso, embajador de la marca, comentarista en ‘Movistar F1’, todo un personaje del paddock. Políglota, expiloto, alguien más importante de lo que pudiera parecer en el equipo rojo. Estaba el español en ese momento algo preocupado por el cuello de Vettel. El alemán había tenido un pinzamiento en los terceros libres y llevaba un rato con su fisio.
Pudo salir a la lucha por la pole. Es el tetracampeón germano un piloto que suele volar a una vuelta. La batalla era con Lewis Hamilton. Pasaron ambos la Q1 y la Q2 como Nadal o Federer pasan octavos y cuartos, descansados, tranquilos. Relax. Y llegó el momento. A la primera vuelta vuela Raikkonen, después Bottas, finlandeses de segunda clase rodeados de leyendas. Aparece Hamilton, que rompe el récord del circuito con su Mercedes y con un pequeño error a la entrada de la recta de meta. Pero Vettel bate cronos en cada sector y se pone primero por 56 milésimas. El cuello de Seb parece recuperado. Bottas y Raikkonen, tercero y cuarto. Verstappen y Ricciardo detrás con un Red Bull que echa de menos un corazón alemán o italiano, le cuesta bombear a su Renault. Al segundo intento, Lewis se pone primero por 44 milésimas. Número de la suerte, dorsal de mito. Seb lo intenta, pero ya no puede. Un error al principio le deja sin otra pole. Raikkonen pone el primer sector morado, más rápido que nadie, pero después se desinfla como un globo antiguo. Y Hamilton enloquece el circuito de Silverstone.
Cuarta pole consecutiva, cinco de los seis últimos años y seis en total. Iguala a Jim Clark. En la carrera espera superar a su compatriota. Le espera la sexta victoria. Ferrari va bien, Vettel va bien. Pero Hamilton, dice él mismo, tiene la mano de Dios acariciando su cuerpo. Temblaba al llegar. A veces parece verdad…
Acompaña Raikkonen a Vettel y Hamilton en el podio virtual antes de la carrera, dos Ferrari con el Mercedes del campeón. Bottas después, los Red Bull, los Haas, otra vez, y el cada vez menos sorprendente Leclerc y Ocon cerrando los diez primeros con Sauber y Force India. Fuera de la aristocracia, Alonso que saldrá 13º, otra vez sin pasar a la Q3. Y con Vandoorne 17º nueve décimas peor. ¿Quién nos iba a decir que echaríamos de menos cuando siempre salía quinto? Peor le fue a Sainz, 16º con el tráfico molestando.
Ajustado A Hamilton y Vettel les separaron solo 44 milésimas en la pole
Haas Volvieron a mostrar su potencial terminando séptimo y octavo