Anderson, a la final en el segundo duelo más largo
El sudafricano ganó a Isner en un partido de 6h:36 y 99 juegos
Kevin Anderson seguramente no esperaba lo que le está sucediendo en estos dos últimos años. Con 31 y solo tres títulos, no había destacado en el circuito hasta que llegó a la final del pasado US Open. Perdió contra Nadal, pero apareció en el mapa tenístico mundial. En 2018 ganó otro trofeo (Nueva York) y ayer en Wimbledon se clasificó por segunda vez para la última ronda de un Grand Slam. Lo logró al vencer a John Isner en un choque de cañoneros que pasará a la historia por ser el segundo individual más largo de la Era Open con sus seis horas y 36 minutos.
Tres desempates, 99 juegos y un quinto set interminable (26-24) fueron necesarios para dirimir el resultado final. Con Isner en la pista, cabía esperar algo así. Recuerden que fue protagonista del encuentro más extenso hasta la fecha (11h:05 en tres días), el que jugó contra el francés Nicolas Mahut en la primera ronda de este mismo torneo en 2010.
Anderson celebró por todo lo alto su victoria 300 en la ATP. Es el primer sudafricano que llega a la final en el All England desde Brian Norton en 1921, casi cien años después. Saldrá en el top5 por primera vez en su carrera y lo haría como cuarto del mundo si vence mañana a Nadal o Djokovic, difícil papeleta.
El partido apenas tuvo ritmo y salvo en el segundo juego del primer set, los intercambios fueron cortos. Lo propio con dos de los mejores sacadores y dos de los tenistas más altos, que llegaban a su enfrentamiento cargados de aces ----161 Isner (2,08) y 123 Anderson (2,03)----. El americano, además, no había cedido su servicio ni una vez y acumulaba 95 turnos sin perder. Después su racha se pararía en 110, a ocho del récord de Sampras en Wimbledon. Los números reflejan lo que fue esta batalla: 102 saques directos y 247 golpes ganadores entre los dos. Más un montón de restos que no entraron. Solo el 53% lo hizo.
Bajo esas premisas era previsible que la mayoría de los sets se decidieran en el desempate. Y así fue en los tres primeros, dos de ellos favorables a Isner. La tónica continuó en el cuarto, pero Anderson fue capaz de sumar dos roturas e igualó. El duelo se abocaba a un quinto largo.
Último esfuerzo. Y lo fue. Los dos gigantones sacaron adelante sus servicios con solvencia. La presión la tenía Anderson por servir por detrás en el marcador, pero fue el primero que estuvo cerca de romper con 30-40 en el 15º juego. Isner salvó los muebles. El de Johannesburgo tuvo otra opción en el 21º y no la aprovechó. A la tercera, con otras dos ocasiones, tampoco fue la vencida para Kevin. Los bombazos directos del de Greensboro salieron al rescate. La capacidad de ambos para sacar bien parecía infinita y su deseo de continuar en el torneo, también. Pero en el juego 49 del parcial, el 98 en total, Anderson tomó ventaja y sentenció a continuación. Emocionado, casi no podía articular palabra en la entrevista de los vestuarios. No era para menos.
Reincidente Isner también vivió en 2010 el partido más extenso (11h:05) ante Mahut