Carta abierta a Cristiano Ronaldo

Durante su presentación en Turín como nuevo jugador de la Juventus, Cristiano Ronaldo dijo: “No creo que alguien esté llorando por mi salida del Madrid”.

Tiene razón el portugués. Los madridistas estamos muy tranquilos. No sé si será porque su fichaje por la Juventus se veía venir, o porque los socios del Real Madrid ya han visto de todo, pero el caso es que no me he encontrado con ningún aficionado blanco que haya lamentado en exceso el adiós del portugués.

Es cierto que Cristiano dio mucho al madridismo en sus últimos nueve años, pero no lo es menos que el Real Madrid le dio a él mucho más todavía. Aquí, en el mejor equipo del mundo y rodeado de los mejores jugadores del planeta, se hizo mejor futbolista y alcanzó el estrellato deportivo.

Sin embargo, creo que le faltó a Cristiano identificarse plenamente con los auténticos valores de la casa blanca. Fue un magnífico profesional, sin duda, pero fue un madridista eventual, a pesar de su largo periplo en el Club.

No terminó de imprimir carácter a nuestro escudo del mismo modo que lo hicieron nombres tan ilustres como los de Di Stéfano, Gento, Amancio, Santamaría, Pirri, Camacho, Santillana, Casillas, Raúl, y otros muchos.

Al final, que no se engañe nadie, la mejora de sus emolumentos dinerarios y el alargamiento de su nuevo contrato hasta el año 2022, es lo que ha llevado a Cristiano y su representante a tomar la decisión de dejar Madrid y el Real Madrid. Los sentimientos y los romanticismos en fútbol quedan siempre del lado de la afición. Sólo queda desearle la mejor de las suertes a Cristiano en su nueva etapa italiana; pero él sabe que ya nunca nada será igual. José Luis Cuenca Aladro

Riaza (Segovia)