Sánchez-Escribano: octava y “feliz” con su marca personal
Marta Pérez, novena en 1.500
Irene Sánchez-Escribano y Marta Pérez viven en el mismo piso, comparten entrenador (Antonio Serrano) e irán a Perú de vacaciones pronto. Pero antes, ayer, tenían sus dos finales europeas. Marta, de 1.500, Irene, de 3.000 obstáculos. Fueron novena y octava. Todo sucedió en menos de una hora.
Por orden cronólogico, empezó Pérez, la mejor atleta soriana del siglo XXI, una vez retirados Cacho y Antón. Tenía ganas de hacer un buen papel, pero se encontró con una brutal Laura Muir, la veterinaria escocesa que rompe récords.
Sonó el disparo, Marta se colocó bien y Muir empezó a tomar protagonismo con un ritmo progresivo. Su tren fue demasiado para Pérez, que se descompuso en la última vuelta y dejó de ser finalista por un puesto.“Fue un desastre para mí, tanto a nivel táctico como físico. No estoy contenta porque el objetivo de la temporada era otro. Fue un mal colofón”, decía desconsolada Pérez. Trataba de animarle Esther Guerrero, antes ochocentista y más animada por haber estado en una final de 1.500. Fue undécima: “Lo siento más por Marta que por mí”. Plata fue la polaca Ennaoui y bronce la británica Weightman.
Y, a las 20:55, corrió Sánchez-Escribano, una toledana que acostumbra a dar la cara y rendir en competición. Hizo marca personal en semifinales y la mejoró en la final con 9:31.84, que le valió para ser octava, su primer puesto de finalista en un gran campeonato. Lo arrancó en los cuadros: “Estoy feliz por hacer marca”, También el expreso de la alemana Krause fue demasiado contundente (9:19.80). Irene y Marta, ambas licenciadas en Medicina, son ahora profesionales. Ya cabalgan en finales.
Pérez El ritmo de Laura Muir fue infernal para ella y para Guerrero