Nadal puso fin al cuento de Tsitsipas en Toronto
Ganó su 33º Masters 1.000 en el 20 cumpleaños del griego
El cuento feliz de Stefanos Tsitsipas tenía escondido un ogro a la vuelta de la última página. Atiende por Rafa Nadal. Es el número uno del mundo. Y le gusta poner el punto final a las historias. El español no llevaba bajo el brazo regalos para el griego el día de su 20 cumpleaños, y le derrotó en la final del Masters 1.000 de Toronto por 6-2 y 7-6 (4) en 1h 41.
Nadal vuelve a ganar un Masters 1.000 en pista dura (el último fue en Cincinnati en 2013) para poner la cuenta en 33 y distanciar a Novak Djokovic (30). Su título 80 en la cuenta total. El US Open, donde defiende título, asoma ya a partir del 27 de agosto.
El ateniense, puro desparpajo en pista y youtuber en sus ratos libres, venía de liquidar a cuatro top-ten. A saber: Dominic Thiem (8), Novak Djokovic (10), Alexander Zverev (3) en un duelo que puede anticipar finales de Grand Slams en un futuro próximo, y Kevin Anderson (6). El jugador más joven de la historia en lograrlo, todavía con 19 años. Pero Nadal le ofreció pocas grietas.
Las bolas altas al revés a una mano abrasaron al griego, que ya había perdido la final del Godó ante el español. En 32 minutos y con dos breaks ya campeaba el 6-2. Iba camino de la paliza cuando en la segunda manga, cuando servía para ganar con 5-4, permitió un break con una doble falta y que Tsitsipas creyera en la remontada. Llegó a tener bola de set el espigado griego con 6-5. Pero el español espantó los nervios en el tie-break para ganar.
Nadal grita a los cuatro vientos que no ha llegado la hora del relevo. Entre este año y el pasado ha parado los pies a buena parte de la la NextGen, la generación destinada a asaltar la cumbre. Contra él han caído, además del griego en dos ocasiones, Zverev (21 años), Chung (21), Shapovalov (19), Donaldson (20), Khachanov (21), Rublev (19), Coric (20), Nishioka (21) y De Miñaur (19). Sólo el canadiense Shapovalov le derrotó en 2017 en Montreal.
El regalo fue para Nadal: su cuarto título en Canadá tras los de 2005, 2008 y 2013. El ogro no piensa desaparecer de los cuentos.