Raúl Chapado “No fue perfecto, pero se vio al nuevo atletismo”

Raúl Chapado, presidente de la Federación Española de Atletismo (RFEA), analiza para As el papel de la expedición nacional en los Europeos de Berlín, en los que se alcanzaron diez medallas y hubo 25 finalistas. La marcha, con dos oros, una plata y un bronce, fue la gran protagonista.

Haga balance de estos Campeonatos de Europa para España.

—La actuación española estuvo dentro de lo previsible. Diez medallas, novenos del medallero y quintos en la clasificación por puntos, sólo por detrás de Francia, Polonia, Alemania y Gran Bretaña. Somos la quinta potencia de Europa. Creo que tuvimos momentos maravillosos para la historia del atletismo nacional, como el doblete de la marcha y el 4x400, que hasta la ría todo el mundo pensaba que era oro. También me emocionó la despedida de Jesús España de la alta competición. Nos faltaron algunos matices que dan la gloria, demasiados cuartos puestos...

—¿Se proyectó la imagen de ese nuevo atletismo?

—Sí. No fueron los Europeos perfectos, pero el compromiso, la entrega y la determinación fue total. Se transmitió la imagen del nuevo atletismo. Era una cita clave para el atletismo español. Todos los que tenían posibilidades reales lucharon por la medalla en las finales. Sólo está el caso de Ordóñez en 800, que se quedó en semifinales. Se reafirmó que, en un equipo amplísimo, la mayoría de los atletas estuvo en su nivel, aunque también es cierto que hubo fallos. Si antes el 50% erraba, ahora es alrededor del 15%. Y son 96 atletas.

—Cuatro medallas de la marcha, el 40%... ¿Salió al rescate?

—Eso de rescatar… no sé. Los británicos son velocidad y los polacos, los lanzamientos. Es una de nuestras potencias, tenemos mucha más tradición que otros países. Son parte del equipo y compitieron muy bien.

—¿Qué le parecieron el resto de medallistas?

—Creo que la de Carro fue un revulsivo, corrió con más determinación que nunca. Algunas medallas me dejaron sabor agridulce. Orlando fue bronce, pero creo que era el mejor atleta de la final, igual que Peleteiro, que estaba para luchar por el oro. Igual el 4x400. Ese exceso de ambición de Bruno… Pero yo quiero ese equipo. Los cuartos de Hortelano, de Guerra, de Mechaal… fueron momentos de bajón. Por cierto, que Hortelano, Husillos y Ordóñez no ganaran medallas da más valor a nuestra actuación. Además, están la plata y el bronce de maratón, que es un evento más. ¿Por qué el 4x400 tiene valor y estas no?

—Hortelano era el gran foco.

—Nos tiene malacostumbrados por cómo ha regresado tras dos años de inactividad, porque ha batido el récord de 200 y de 400 este año. Su manejo de la competición nos ha asombrado, pero no se puede ser injusto con él. Hizo un gran campeonato, con una marca en 200 de 20.05 con la que habría sido plata en cualquier otro Europeo, y nos dio el bronce del 4x400. Los que nos superaron, Bélgica y Gran Bretaña, eran dos equipazos.

—Sea un poco autocrítico.

—No es un equipo perfecto, estuvimos a punto de hacer un grandísimo campeonato de 14 o 15 medallas. Sin embargo, fue bueno. Fallan cosas, hay pruebas que no tienen nivel, como la altura sin Ruth, los lanzamientos no están al máximo, pero estuvieron cerca de la final Úrsula Ruiz (peso) y Lidia Parada (jabalina). Está el 1.500, en el que no tenemos gente. Sólo vino Adrián Ben, un Sub-23 que se puso malo antes del campeonato y corrió con valentía. Es el futuro, como otros talentos como María Vicente, Sara Gallego, Jael Bestué…

—En general, ¿qué conclusión extrae de estos Campeonatos de Europa?

—Probablemente hayan sido los de más nivel de la historia, con finales propias de Mundiales y de Juegos. Vimos emerger, además, a fenómenos como Duplantis, Jakob Ingebrigtsen, Asher-Smith, Guliyev... Es necesario entender el nivel del evento para valorar la actuación española.

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