El Valencia vuelve para quedarse
El Valencia regresó a su hábitat el curso pasado y lo hizo con intención de quedarse. Los hechos así lo aventuran.
Mateo Alemany, el mejor fichaje de Peter Lim,y Marcelino, que llegó de la mano del balear, han confeccionado una plantilla polivalente, solidaria, con hambre, calidad y que entiende la exigencia de Mestalla. La permanencia de Kondogbia; la continuidad del bloque de Champions; la implicación de Rodrigo y Parejo; la identidad de los Carlos Soler, Ferran, Jaume, Lato o Gayà; y la llegada de los
Batshuayi, Cheryshev, Piccini, Diakhaby, Racic, Gameiro y Wass hacen del Valencia un proyecto creíble y competitivo, al que la llegada de Guedes pondría la guinda.
El destino ha querido que de primeras en su Centenario se enfrente a su espejo, a un
Atlético que a su vez se inspiró en el Valencia de principios de siglo XXI, aquel que ganó dos Ligas, Copa, Uefa, Supercopa de
Europa y alcanzó también dos finales de Champions. Pero aquel Valencia lo cogió
Juan Soler y a este Atlético le tocó el Cholo. Hoy los blanquinegros están lejos de los rojiblancos. A 250 millones de distancia en sus presupuestos (400 por 150). Solo Griezmann cobra siete veces más que el mejor pagado de los che. De ahí que diga Marcelino que volver a ser cuarto es suelo y techo a la vez. Aunque hoy hay partido en Mestalla. Partidazo.