Nadal se cita de nuevo con Thiem en cuartos
Ganó a Basilashvili y jugará contra el austriaco por cuarta vez en 2018
Rafa Nadal hizo ayer lo que se llama una faena de aliño, pero con interés. Después de las preocupantes sensaciones que sintió en su rodilla derecha y que convirtieron en dramático su partido contra Khachanov, su siguiente duelo en el US Open debía jugarlo con el menor desgaste posible. Nikoloz Basilashvili, dicho con respeto, era el rival propicio para que el balear pasara página con rapidez y se plantase en cuartos de final. El georgiano pisaba por primera vez la cuarta ronda de un Grand Slam y el año pasado en Roland Garros se había llevado un palizón en su único duelo contra Nadal (6-0, 6-1 y 6-0). Pero esta vez compitió mejor, evitó otro escarnio y exigió más de lo esperado. Así salió de la Arthur Ashe con un honroso 6-3, 6-3, 6-7 (6) y 6-3.
Tres horas y 18 minutos más de juego en el haber de Rafa, que en cuartos se medirá con Thiem por cuarta ocasión este curso (primera en pista dura). El austriaco evitó la revancha de la final de 2017 contra Anderson, al que superó por 7-5, 6-2 y 7-6 (2). Si Nadal gana, retendrá el número uno haga lo que haga Federer, que necesita levantar el título y que caiga su enemigo mañana para tener alguna opción de volver a liderar el ranking. Su número dos ya no peligra.
Nadal actuó con sensatez, sin forzar hasta que vio la ocasión, pero se enredó en el tercer set. Con los ataques justos y pocos errores, solventó las dos primeras mangas con facilidad. En el tercer parcial se dejó llevar, encajó el quiebre de Basilashvili, recuperó la desventaja inmediatamente y pisó el acelerador en el desempate, pero Nikoloz le salió respondón y se las jugó todas con acierto. Moyá, en la radio del torneo, reconoció que su pupilo había estado “pasivo”, y el preparador del georgiano, Jan de Witt, no sabía “cuánto físico” le quedaría a su chico.
El cuarto set arrancó bien para el de Manacor, con break, aunque no lo tuvo fácil por la pertinaz resistencia de su rival, que igualó y arriesgó hasta que el cansancio le hizo claudicar. Tras remontar ante Khachanov, Nadal dijo que estaría al cien por cien en el siguiente encuentro, pero se quedó algo corto. Contra Thiem tendrá que sacar el rodillo o apelar de nuevo a la épica. “Debo mejorar la velocidad de crucero”, reconoció tras afirmar que se había encontrado “bien” físicamente. “Estaba un poco falto de energía, pero a nivel muscular, cómodo”. La rodilla le preocupa “relativamente poco” y espera que “aguante hasta que los rivales digan basta”.
Objetivo El balear está a un triunfo de retener el número uno del mundo