El espectáculo de Estados Unidos enamora a Tenerife
Gana y disfruta de las Canarias
Aunque algunas voces hablaban de una improbable debilidad por algunas bajas, EE UU gusta y se gusta en Tenerife. Sus tres partidos de la primera fase en el Quico Cabrera han encandilado a la afición, que disfruta de un equipo que se divierte. Las chicas de Dawn Staley, que ha agitado con acierto el cocktail de veteranas (Sue Bird lleva cinco Mundiales y Taurasi, cuatro) con las jóvenes (Clarendon, Plum, Loyd, A’ja Wilson) y las gigantes (Delle Done, Griner), arrasan en la estadística: son primeras en anotación (96,3 puntos por partido), asistencias (26 por choque) y eficiencia. Sin apenas defender, y por puro talento, son terceras en robos de balón.
Su arsenal de recursos es inacabable, especialmente dentro, donde ha podido permitirse el lujo de no alinear a Griner en los dos primeros partidos. Charles o Delle Done se han bastado para dominar y, en el puesto de cuatro, el gran descubrimiento ha sido A’ja Wilson. Criada en South Carolina, postea como ya no se ve. Su juego de pies es una delicia y su salida a su mano izquierda, imparable. Otra zurda, la base Plum, cubre con acierto los minutos de descanso de Sue Bird.
Para ver lo en serio que se toman los EE UU este Mundial (llevan 19 victorias seguidas en Copa del Mundo desde que perdieron en 2006 contra Rusia), sólo hay que echar un vistazo al banquillo. La entrenadora-jefe es Dawn Staley, una referencia del baloncesto universitario. Pero es que como ayudantes, tiene al entrenador de las campeonas de la WNBA, las Seattle Storm, y a dos técnicos más de la liga: Cheryl Reeve (Minnesota Lynx) y Jennifer Rizzotti (universidad de George Washington).
Aunque con casi total probabilidad no lo vaya a necesitar, es cierto que EE UU no tiene grandes especialistas en el tiro. Bird es mucho más una directora y Taurasi no está firmando sus mejores lanzamientos. La zurda Plum sí tiene buena mano. Clarendon, Tuck o Loyd lanzan más a media distancia… Los porcentajes de triples no son brillantes en el torneo: 35,6%. Contrasta con el 56,54% en lanzamiento de dos, fruto de su superioridad bajo el aro.