Orriols vive un dejavu en este inicio liguero
La derrota en Pucela, fase inicial de una crisis
El Levante cayó ayer en Valladolid y con esta derrota se vuelve a sufrir un dejavu parecido al de la temporada pasada que acabó derivando en una profunda crisis que terminó con Muñiz despedido cuando el equipo se precipitaba a la deriva camino de Segunda División.
Aquel entonces los granotas iniciaron su regreso a Primera con muy buenas sensaciones. Tanto de juego como de resultados. En las cinco primeras jornadas le ganaron en casa al Villarreal (1-0) y a la Real Sociedad (3-0) y empataron contra el Madrid en el Bernabéu (1-1), contra el Deportivo en casa (2-2) y también en Orriols en el derbi ante el Valencia (1-1).
Nueve puntos sumados de los primeros 15 posibles que situaron al equipo granota en una inmejorable situación y que presagiaban una placentera campaña a los de Muñiz. Pero luego llegó el descalabro en el Villamarín donde cayeron goleados ante el Betis 4-0 y a partir de ahí caída en picado hasta el último puesto de la tabla y abocados al irrmediable relevo en el banquillo.
Mismo escenario, o muy parecido, en este arranque de competición. También con la inercia del pasado campeonato donde los granotas terminaron arrasando con una holgada permanencia a falta de tres jornadas incluso para el final y haciendo historia con una espectacular racha de victorias y un 5-4 al Barcelona en el Ciutat, los de Paco López empezaron pegando fuerte con un contundente 0-3 ante el euro Betis de Setién. Después llegó un primer tropiezo en casa ante el Celta que se difuminó con el meritorio empate en el derbi ante el Valencia acabando incluso con uno menos el último cuarto de hora.
Pero desde ahí el equipo no se ha vuelto a encontrar a sí mismo. En Cornellà perdió por la mínima y mereciendo algo más, pero después llegó el Sevilla y le arrasó en el Ciutat (2-6) y ayer mismo en Pucela se dejó remontar para acabar perdiendo 2-1 con síntomas inequívocos de qué algo no carbura.
Este domingo ante el Alavés tendrán una nueva oportunidad de resarcirse y darle la vuelta a una situación que recuerda en muchos aspectos a la de hace justo ahora 12 meses y que por el bien de los granotas esperan en Orriols que no llegue hasta el mismo punto de inflexión del anterior donde se tocó fondo aunque hubo final feliz.
Con Muñiz El año pasado firmaron nueve de 15 y luego llegó el batacazo