El Levante se reencuentra remontándole al Alavés
Jason y Toño le dieron la vuelta al tanto inicial de Sobrino
La ‘Permanencia League’ es esto. Es lo que se vio en Orriols. Dos equipos a vida o muerte. Sufriendo en cada balón colgado. Apretando los dientes. Intentándolo hasta el final. La Primera División es un regalo al que nadie quiere renunciar. Y Alavés y Levante no deberían perderse la fiesta del año que viene. No por ahora. Ayer ganó el Levante. Lo necesitaba. Lo mereció más a pesar del último arreón de los vitorianos.
Se la jugó Paco López de inicio. Innovó con defensa de tres y metió hasta siete novedades con respecto a los últimos partidos. Pero lejos de ahuyentar los fantasmas, aparecieron más pronto de lo esperado. El Alavés marcó a la primera. Gran centro de Ibai para que Sobrino se hiciera grande entre Róber Pier y Prcic para rematar delante de Oier.
El bofetón del primer minuto no hizo más que espabilar aún más a un conjunto granota que sabía que no podía hacer más tonterías si no quería agravar la crisis. Los retoques de Paco pronto se notaron. Rochina salió inmenso en la medular. Pidiendo todas y llevando peligro. Todo con calidad, por supuesto. Porque la tiene. Y fue en el minuto 20 cuando sacó la zurda a pasear para poner una rosca perfecta al corazón del área. Había que rematarla. Y ahí estaba Jason para entrar con todo.
El Alavés, mientras, no terminaba de encontrarse. Quizá por el cambio táctico de Paco López. Quizá por el cansancio acumulado. Quizá porque el Levante le superó. Y pronto llegó el segundo en una de las muchas llegadas de Toño al área contraria soltando un zurdazo seco que sorprendió a Pacheco. Justo después Morales tuvo una clara ocasión para sentenciar. Y también nada más salir del descanso. Y aunque siempre estuvo más cerca el tercero que el empate a última hora despertó el Alavés para meter el miedo en el cuerpo con un palo de Ibai y algunos centros envenenados que se pasearon por el área de Oier pero que no encontraron premio y así los puntos se quedaron en Orriols.
Revolución Paco López cambió el sistema y metió siete cambios