AS (Valencia)

7 pecados que explican los 7 puntos perdidos

A pesar de su semana aciaga, el Barça sigue como líder

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Goleados

En la primera vuelta del curso pasado el Barça encajó 9 goles, ya lleva 8

Titulares

Messi no puede ni constipars­e y las rotaciones acaban por frustrarse

Sala de máquinas

El centro del campo ha pasado de ser el cuartel general a un hostal de paso

En el país de los ciegos, el tuerto es el rey. El Barcelona comanda la clasificac­ión de LaLiga Santander tras siete jornadas a pesar de no haber sido capaz de ganar ninguno de sus tres últimos partidos. A pesar del liderato, tiene mucho que mejorar.

De los nueve puntos que el Barcelona podía haber sumado ante Girona, Leganés y Athletic, los de Valverde sumaron sólo dos…¡y siguen líderes!

La defensa hace agua.

En siete jornadas de Liga ha quedado demostrado que le marca cualquiera. En lo que va de Liga, el Barça ha encajado ya en siete jornadas ocho goles, uno menos de los que encajó en toda la primera vuelta de la temporada pasada. Y lo peor de todo es que no ha jugado aún contra sus hipotético­s principale­s rivales en la lucha por el título. La buena noticia es que, a pesar de hacerlo tan mal como saben, en el país de los ciegos, el tuerto es el rey.

No se puede vivir sin

Messi. El argentino, ajeno al ruido de los premios, sigue demostrand­o día a día que no hay un jugador como él. Las señales que se emiten cuando no está a tope o no juega son alarmantes. Contra el Athletic de Bilbao se comprobó a la perfección el axioma. 35 minutos de Messi dieron para impresiona­r al equipo de Berizzo. Fue salir Messi y asediar la portería de Unai Simón. Se inventó en cada acción una jugada de gol. Lo que hizo Leo ante el Athletic en poco más de media hora sirve para constatar que el mejor del mundo viste de blaugrana. Y también que sin él, el Barça es del montón.

¿Fichajes?. De nuevo el Barcelona ha vuelto a gastarse un pastón. Vamos a separarlos entre nuevos y novísimos. Los nuevos son Dembélé, que la temporada pasada apenas compareció, y Coutinho, que llegó en el mercado de invierno. Ambos son el Guadiana, alternando en jugadas de gran mérito con desaparici­ones. Los novísimos son los que llegaron este verano, a los que no se les ha visto el pelo más que en ocasiones de emergencia. Hay grados de poca participac­ión, pero en los casos de Arthur y Malcom, la cosa roza el desprecio, mientras que el de Arturo Vidal es la nada con pan y Lenglet, sin la lesión de Umtiti, no hubiera jugado.

Rotaciones ‘ticket regalo’. Las rotaciones de Valverde son como los tickets regalos de los presentes de Navidad. Cuando tu cuñada te regala esa espantosa bufanda (y lo sabe) siempre apunta aquello de que “tiene ticket regalo, se puede cambiar”. Eso es lo que hace Valverde con las rotaciones. Obsesionad­o con el desgaste físico, reserva a jugadores como si gestionara un plan quinquenal. El resultado es que cada vez hay que corregir las rotaciones y los titulares que se quedaron en el banquillo tienen que salir en plan ticket regalo. Se puede cambiar.

Obsesión Champions.

Empieza a ser obsesiva la fijación por la Champions cuando únicamente se está a punto de jugar la segunda jornada de la fase de grupos. El grupo que le ha tocado al Barcelona es complicado y hay que estar atento, pero la dejación de funciones del equipo en la Liga respecto a la máxima competició­n europeo resulta contraprod­ucente. El Barcelona vive queriendo ser el Madrid jugando contra cultural mente a su tradición que indica que si no se juega bien, y el Barça no juega bien, en la Liga, no se gana la Champions.

Debilidad institucio­nal.

El Barcelona está también en jaque en cuanto a la credibilid­ad de una directiva que cambia de director técnico como quien se cambia de calcetines, en el que los vicepresid­entes renuncian al cargo de tres en tres y en el que cuando se nombra a los nuevos directivos hay debate. Si a eso se le suma la reforma del escudo, que no ha caído bien en sectores de la afición, la situación política ante la que el club no acaba de definirse y, por encima de todo, la gestión de una cantera en la que cada curso se van los más prometedor­es y que parece tener un tapón generacion­al y técnico para acceder al primer equipo, pues no parece que la situación aporte un parapeto a los jugadores.

Sin noticias del centro

del campo. Lo que fue la referencia que construyó el Barça más exitoso es a día de hoy, la línea que parece sobrar. Donde hace muy poco sólo jugaban los elegidos, ahora es zona de paso. No hay manera de que un centro del campo se asiente y tome confianza. La que era la médula espinal de un proyecto, se cambia cada día en un 90 por ciento. Lo que antes era el cuartel general que decidía los partidos, ahora es un hostal de paso para que juegue una semana uno y otra otro.

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 ??  ?? BUSCANDO EXPLICACIO­NES. Valverde habla con Messi antes de entrar al campo contra el Athletic.
BUSCANDO EXPLICACIO­NES. Valverde habla con Messi antes de entrar al campo contra el Athletic.

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