La Europa de Sergio y Rahm levanta la Ryder
Los de Bjorn remataron a Estados Unidos en los individuales
Europa levantó la Ryder Cup en París gracias al espíritu colectivo que fomentó el capitán Bjorn. Batieron a EE UU por 17,5-10,5 con un punto decisivo de Molinari y papel protagonista de Rahm, que ganó a Tiger, y de Sergio, que ya es el jugador con más puntos de la cita (25,5).
Europa tiene la Ryder Cup. La ganó en la Batalla de Versalles. Un enfrentamiento en el que se impuso el espíritu de equipo alimentado por el capitán Thomas Bjorn frente al All Star estadounidense de Jim Furyk. El Viejo Continente atacó desde el sur con Rahm, Sergio García, Molinari... y por el norte con Olesen, Stenson, Poulter... Cada uno de los 12 jugadores sumaron al menos un punto. Una victoria que continúa diciendo a los americanos que la Ryder cuando viaja a Europa no se va. Desde 1993, Estados Unidos no se la ha llevado, y eso que en París intentaron todo.
Furyk planteó tensar de inicio, colocando a sus golfistas más brillantes al principio. Y el plan del capitán USA funcionó, porque Thomas derrumbó a McIlroy en el 18, ahogado en un búnker, Simpson desgastó hasta eliminar a Rose (3 y 2) y Finau arrolló a Fleetwood (6 y 4), huérfano y desubicado sin Molinari. Koepka arañó un empate a Casey y para EE UU dejó de llover. Del 10-6 inicial, se habían colocado en 10,5-9,5.
Pero Bjorn también sabe de estrategia… El danés guardó para los partidos centrales a sus hombres de confianza. Uno de sus protegidos, Olesen, fue el que le dio el primer punto de Europa con una exhibición, mejorada por la calidad del rival: Spieth. Aniquiló al texano con 5 y 4. Subidón de Europa. 11,59,5. Quedaban tres puntos.
El siguiente partido por definir era el de un novato de Barrika contra el tótem del golf. Jon Rahm, frente a Tiger Woods. Fue un duelo sin tregua, en el que el vasco, comenzó domando al Tigre, pero este mordió hasta igualar el choque en el 12. Un hoyo después llegó el ataque de Rahmbo, un maestro de los momentos calientes pese a sus 23 años, y en el 17 sentenció con una explosión al borde del llanto. Rahm se liberaba de la tensión por haber fallado los dos primeros días y ganaba su primer punto de Ryder en el mejor escenario posible, ante Tiger, que sólo había perdido un individual en su vida (en 1999). El asunto se ponía 12,59,5. Quedaban dos puntos.
Si Rahm y Olesen eran novatos, Ian Poulter es un icono europeo de la Ryder. Y se encargó de dar sentencia al número uno del mundo, Dustin Johnson. En el 18, con un hierrazo del inglés y un fallo de DJ, se ponía el 13,5-9,5. Quedaba un punto. No hizo falta ganarlo.
Ese espíritu de equipo se impuso, Sergio García y Francesco Molinari, casi de forma paralela, dejaban dormie su partido y las cuentas para llegar a los 14,5 puntos salían matemáticas. Medio del de Borriol y medio del turinés, que sobre el papel rubricó el éxito. Ese putt que queda como instante de la gloria y da el 14,5. Molinari lo mereció, porque ha sido el hombre de la Ryder. El que ha ganado cinco puntos de cinco. “¡Moli, Molinari...!”, gritaba el público.
Stenson sumó el 15,5 y Sergio García llegó al 16,5, convirtiéndose en leyenda, en el jugador de la historia de la Ryder con más puntos (25,5), superando a Faldo. Lloró de emoción. Noren hizo el 17,5. Todos se abalanzaron sobre el sueco como locos. La Ryder Cup es emoción, nervios a flor de piel... y Europa lo entendió y la ganó.
Historia Sergio ya es el jugador con más puntos de siempre en la Ryder