El Córdoba se da un festín y mete al Elche en crisis
El cuadro de Pacheta, con dudas tras la segunda goleada
El Córdoba se coló en la siguiente ronda de Copa tras sumar su primera victoria del curso a domicilio frente a un Elche totalmente irreconocible y que entra en crisis. La eliminatoria quedó sentenciada antes del descanso, con los goles de De las Cuevas y Luis Muñoz. Los andaluces vieron cómo el árbitro les anuló el tercero, por fuera de juego de Alfaro, y los franjiverdes, para colmo de males, perdieron por lesión a Josan en el 25’. Javi Galán y Sebas redondearon la goleada y Gonzalo Villar hizo el del honor.
La Copa deja una amarga resaca en el Elche, que ya llegaba al duelo con mal cuerpo tras la salida del viernes por la noche en Riazor y el 4-0.
Pacheta y Sandoval refrescaron en profundidad sus alineaciones y el primer cuarto fue un monólogo del Córdoba con el balón. El Elche tardó en despertar. Manu puso el primer disparo del partido, sin apenas peligro. Esa leve mejoría se diluyó a base de golpes. Primero cayó lesionado Josan, retirado en camilla tras un choque con Luis Muñoz. El Córdoba, con Benja preparado para salir, aprovechó la superioridad para adelantarse con un latigazo del exherculano De las Cuevas. El segundo solo esperó cuatro minutos. Javi Lara sirvió un balón perfecto a la cabeza de Luis Muñoz. Los pitos aparecieron en la grada y la afición enfureció con el que pudo ser el tercero, anulado a Alfaro por fuera de juego. Solo Nino puso algo de criterio estéril en el desastre franjiverde. La única ocasión clara llegó cerca del descanso, en un córner de Gonzalo Villar que Benja cruzó en exceso. Hubiese sido demasiado premio.
En la segunda parte cayeron otros dos en la portería de José Juan. Y pudo ser alguno más porque el portero evitó tres cantados. La grada pidió la dimisión del Consejo y de Jorge Cordero, director deportivo. En el minuto 60 se firmó la sentencia de Javi Galán. El cuarto lo puso Sebas con un lanzamiento desde la frontal, que hasta lo cantó la grada del estadio Martínez Valero como gesto de humillación hacia los suyos.
Situación La Copa deja una amarga resaca tras el 4-0 de Riazor