Plantilla y afición, contra un provocador Gálvez
El equipo hizo un parón en pleno partido y el presidente dejó el palco
El murcianismo vive sus días más convulsos en las últimas tres décadas. Con empleados sin cobrar durante medio año y futbolista que no han percibido las nóminas de esta temporada, afición y plantilla dijeron basta ante el presidente Víctor Gálvez. Recordó a la época de los encierros de futbolistas, allá por inicios de los noventa. La Federación de Peñas había convocado una manifestación y a esta acudieron un millar de personas. Con una pancarta gigante de 50 metros que rezaba “Gracias por hacernos sentir vergüenza”, la afición se plantó ante la fachada de Nueva Condomina y tras 20 minutos de cánticos se armó el lío. “Gálvez paga ya”, “Hoy no te asomas” (en alusión a los incidentes de hace un mes con Mauricio) o “el Murcia somos nosotros” eran algunas de las frases que escuchaba el presidente de los más de 1.000 aficionados que protestaban en la calle.
Una movilización normal, que estalló cuando Víctor Gálvez, salió al balcón de Nueva Condomina y con gestos, tocándose la cara, provocó a los manifestantes. Con gestos también dijo que podría irse del Real Murcia. Eso encendió aún más los ánimos de los aficionados que se acercaron a las puertas e incluso un grupo muy reducido amenazó con invadir el estadio, medida que afortunadamente no fue secundada.
Vergüenza. Con los ánimos bien calientes, los seguidores acudieron a sus asientos, y Víctor Gálvez al palco, donde fue recibido con pitos y éste devolvía saludos irónicos. Y entonces llegó el golpe definitivo, el que pondría al empresario oriolano en el foco mediático nacional: sus jugadores hicieron un plantón. Durante medio minuto de partido, el Talavera tocó el balón en su propio campo y los jugadores del Real Murcia permanecieron impasibles. Gálvez, indignado, se marchó del palco y abandonó Nueva Condomina mientras su hijo Víctor Valentino y sus directivos seguían en el palco. El director general tuvo que esperar más de una hora para salir del recinto porque un grupo de aficionados le esperaban en la rampa de salida. Los jugadores, en zona mixta, dejaban bien claro que “hemos cumplido con nuestra parte. Sólo reclamamos lo que es nuestro, y queremos que vuelva la normalidad. Con esta directiva, o con otra”.
En plena ampliación de capital, la marcha de Gálvez va cobrando fuerza. En los últimos días, Mauricio García De la Vega insiste en recuperar el control del club, y aficionados y accionistas han armado la plataforma de apoyo al Real Murcia (PARMU). Después del bochorno del 21 de octubre, no habrá reconciliación posible.
Gálvez salió al balcón y con gestos dijo que se iba e increpó a la afición