Maverick gana y acaba con la larga sequía de Yamaha
Márquez quedó fuera en la sexta vuelta al tocarle Zarco. Bautista, tras Iannone y Dovi, rozó el podio
Al fin volvió a celebrar Yamaha una victoria. 26 carreras después del último triunfo (Assen 2017), el que cortó la larga sequía sin ganar no fue Rossi sino Maverick. Facilitó las cosas que Márquez se volviera a topar con la maldición de Phillip Island a la semana de coronarse campeón de MotoGP… Como ya sucediera en 2014 y en 2016, años en los que también llegaba a Australia con el título recién ganado en Japón, Marc no pudo acabar. Esta vez quedó fuera en la sexta vuelta, cuando Johann Zarco le golpeó en el final de recta. El galo, que se fue al suelo de manera muy aparatosa, pero sin consecuencias, reconoció que quizá debería haber frenado antes, porque fue él quien tocó la Honda para luego salir despedido.
El campeón, por su parte, vio impotente cómo se rompía el subchasis de su moto, quedando bailando el colín y la silleta. Sacó provecho de ello Maverick, porque se ahorró dos adelantamientos tras otra mala salida. Pasó de la segunda plaza de la parrilla a la décima, pero esta vez supo ir quitándose pilotos de delante con una facilidad pasmosa. Se puso líder en la octava vuelta, con un interior de manual a Dovizioso, y desde ahí tiró hacia la meta en solitario. Llegó a gozar de cuatro segundos de ventaja y las últimas vueltas se las pasó regulando para recibir el banderazo a cuadros con segundo y medio de ventaja sobre Iannone, que superó a su vez a Dovizioso por 0.289.
Bautista, en su estreno como piloto oficial Ducati, llegó a rodar segundo, algo difícilmente imaginable viendo el transcurso de los entrenamientos, en los que se cayó tres veces. Al final acabó lo más arriba que podía, cuarto justo por detrás de Dovizioso. —MELA CH.
2017 Hacía 26 carreras de la última victoria de Yamaha, en Assen