‘Titán’ Ayón y Rudy sacan molla en Kaunas
El pívot sostuvo al Madrid y el alero remató con cuatro triples
Dos arreones del Zalgiris, que completó un primer cuarto casi perfecto en ataque, pusieron al Madrid contra las cuerdas. Los blancos remontaron primero 14 puntos (32-18 al final del acto inicial) y luego diez (64-54, minuto 27). Ayón, MVP de la jornada.
Kaunas era una plaza de altura para probar la racha del Madrid. Elevaba el nivel en este arranque de la Euroliga. Esperaba Jasikevicius, de corazón siempre azulgrana, y el Zalgiris. El entrenador de moda y el equipo revelación de los últimos meses. El desnivel de la pendiente creció con los arreones lituanos que pusieron a los de Laso contra las cuerdas. No una, sino dos veces. La primera, al final del primer cuarto: 32-18. Y la segunda, a 13 minutos del final: 64-54.
Los blancos entraron al cuarto periodo seis abajo y destrozaron las opciones verdes con una fantástica actuación defensiva. La carencia del principio se convirtió en virtud para cerrar la velada. Campazzo, Carroll, Rudy, Deck y Ayón elevaron el listón atrás hasta convertirlo en un muro infranqueable. El mexicano fue el capo del encuentro, hizo de todo y todo bien. Hubiera tocado la perfección de no haber errado tres tiros libres. Primero sostuvo a los suyos con movilidad e inteligencia y luego remató al adversario (13 puntos, 10 rebotes, 4 asistencias, 3 recuperaciones, un tapón y 8 faltas recibidas para 30 de valoración). MVP de la jornada. Se anticipó y robó balones, acosó a sus pares y asistió desde los postes, generó espacios y atacó por velocidad en un día gris de Tavares, que cayó en la trampa del Zalgiris. Tampoco Llull anduvo fino en la dirección.
A los últimos cinco minutos se entró 73-73. Quedaba la traca final, la de Rudy, que hizo saltar por los aires las ilusiones del Zalgirio Arena, cancha hostil para él desde aquel enganchón con Jankunas hace seis años. Reventó el pulso con cuatro triples seguidos, a los que añadió talento en defensa y siete asistencias. El Madrid sigue en vena de triunfos, trece sin fallo.
No hay dos partidos iguales, pero el de ayer nos recordó al de Milán. Esta vez no fue 15, sino 14 la desventaja tras el primer acto: 32-18. El Zalgiris atacaba bien y resolvía mejor, de manera atípica en los tiempos que corren. Con tiritos de cinco metros. Wolters desequilibraba y Davies y Jankunas las metían.
El quinteto protagonista del último periodo lo fue también en el segundo. La vuelta de Randolph ayudó a completar la remontada, la primera: 12-28 para el 44-46. La capacidad de levantarse hace grande al Real. Espíritu de lucha, experiencia en los momentos críticos y una plantilla amplia en la que siempre asoma alguien. Esta vez, Ayón y Rudy, pero también Campazzo en el cuarto decisivo. El parcial final de 8-28 hubiera tumbado al ogro más feroz. El Madrid saca molla.