Adán se viste de héroe
Mala primera parte; Correa y Kalinic opositan al ‘9’
Cuando el árbitro pitó el descanso, Simeone se escabulló rápido del palco desde el que miraba el partido, aún castigado. Desde allí podía hacer poco, aunque sus gritos hubieran podido escucharse en un Metropolitano casi vacío, pero veía mucho, veía todo. Y al descanso el partido podía leerse en su rostro como las líneas de una mano: todo mal. En la intimidad del palco, cogió el teléfono para llamar al Mono Burgos.
Porque desde el inicio, el Sant Andreu había alzado el mentón. Tenía el balón y lo movía con la valentía de quien juega sin qué perder. Siempre son los David más peligrosos. Para el último superviviente de Tercera en la Copa soñar era Elhadji. La orden de Azparren era esa: balones a él. Un gigante que le sacó los colores a un Metropolitano con frío. No ayudaba el fútbol de su equipo.
El Atlético no sólo era extraño al ojo (Savic central izquierdo, Toni Moya, del B, centrocampista ofensivo, ayer de central derecho), también al fútbol. Sus primeros 45 minutos fueron un despropósito.
Porque David se comía a Goliat. Sin tensión el Atleti es vulgar y Azparren salivaba. Y ahí seguía Elhadji, llamando a la puerta de Adán. Con lo que no contaba es que al Cholo le
Afaltaba Oblak pero no portero: Adán evitó el desastre. Savic y Toni Moya eran incapaces de tapar a Elhadji. Se había pedido el día libre en Women’s Secret por jugar en Madrid y que eso mereciera la pena. Tuvo un palo y un cabezazo ante el que Adán volvió a salvar, con reflejos de gato. El Metropolitano contenía la respiración.
En la caseta, Burgos colgaba al Cholo. Hubo reparto de cholinas y cafés. De ésta emergió otro Atleti. Más reconocible y con dos cambios: Gelson y el chaval fuera, dentro Rodrigo y Lemar. En el primer balón que el francés tocó, desenfundó la derecha y marcó. El Sant Andreu se deshizo como polvo de talco. En siete minutos, se vieron tres goles. Todo lo bueno de Kalinic y Correa ahora sumaba. El croata al fin marcaría, de cabeza, y segundos después lo haría el argentino. Ser el 9 sin Costa. Entre ellos está. Vitolo marcó el 4-0 en la recta final.