Un ‘andaluz’ que siempre tuvo a Drogba como referente
■ Tiene un acento andaluz que echa para atrás. Y choca porque Stephane parece un sevillano en el cuerpo de un camerunés. Con su desparpajo y alegría ha contagiado al vestuario del Hércules. Y es digno de alabar porque Emaná no ha tenido el inicio esperado. Varias lesiones musculares y una expulsión le han minado, pero nada le va a separar de intentar lograr su sueño de lograr un ascenso a Segunda.
Para algo, dejó atrás su país siendo un niño y siguió los pasos de su hermano.
Stephane admira a Achille, pero tiene claro quién es su referente: Didier Drogba.
“Siempre me fijé en él”, reconoce abiertamente mientras recuerda lo mal que lo pasó cuando dejó las categorías inferiores del Betis:
“Te crees importante y sales de allí y no eres nadie. Me di cuenta cuando acabó mi etapa en el Xerez y estuve mes y medio sin equipo. Fue duro”, admite. Tampoco fue fácil hacerse un nombre y romper la etiqueta que muchos le pusieron por ser el hermano de Achille. “Para mí, fue maravilloso porque pasé de verlo por la tele a compartir césped con él… Pero he hecho méritos para estar donde estoy”, dice Stephane, criado con cuatro hermanos más e hijo de deportistas. Su padre jugó al fútbol en Camerún y su madre, al balonmano: “Nunca pasamos hambre en casa”. Todo lo contrario que ahora, que muerde por un gol y un ascenso.