Mourinho

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Mucha gente en España se pregunta qué fue de usted. ¿Cómo le trata la vida?.

—Estoy tranquilo. La gente tiene que saber que esto ya no es como cuando fiché por el Madrid. Ahora soy padre. Tengo cinco hijas y un hijo. El chico tiene 8 años ahora y está feliz de volver a ver a su padre jugando como profesional. Juego en Rotterdam, donde nací. Todos saben que yo jugué en el Feyenoord, pero el Feyenoord está al sur de Rotterdam y yo soy del norte, de aquí, donde está el Sparta. Es una nueva vida. Estoy con mis negocios. Tengo un bar, una perfumería y un gimnasio. Las cosas me van bien. Mi cabeza está donde tiene que estar, en mi profesión. Soy más mayor y sé lo que tengo que hacer. Soy feliz.

—A su padre lo asesinaron cuando usted tenía tres años y su madre le protegió diciéndole que fue un accidente... ¿Cómo se repone alguien de algo así?

—Yo era muy niño, pero mi madre, cuando habla de mi padre... es como si le hubieran arrancado el corazón. Mi padre tenía 27 años cuando murió. Mi mamá es muy sensible. Si está enfadada la dejo y al rato la llamo (risas). La quité de trabajar. ¡Ahora se dedica al interiorismo en mis casas!

—El otro día le hizo un golazo de falta directa al Telstar. El toque no lo ha perdido ....

—Tengo 31 años y si quieres seguir hay que cuidarse. No es como cuando tenía 20 años, en el Madrid, y me comía una hamburguesa y daba igual. El día después no lo notaba. Ahora si una semana como mal y no duermo bien... (resopla).

¡No podría entrenarme con estos chicos de 18 años! Me cuido y hago dieta. Estuve dos años fuera del fútbol.

—Llegó a pesar 95 kilos.

—Más, 96 kilos. Como tengo un gimnasio, mis socios allí, amigos míos, me hicieron entrenar durísimo. Una dieta que no era normal. No se la recomendaría a nadie. En casa no me podía ni mover. Me ponía enfermo de hacer tanto ejercicio. Pero no quería arrojar la toalla aún y veo con mis propios ojos que estoy más fino. He bajado a 74 kilos. Perdí 22 kilos en ocho meses. Pocos podrían hacerlo.

—¿En qué momento dice ‘basta’ y se retira con 29 años? —Yo sabía que, aunque estaba jugando, no podía demostrar lo que valía. Era algo psicológico. Mentalmente me estaba mintiendo a mí mismo. Nunca he sido débil, pero no tenía fuerzas para ir de hotel en hotel, que el míster me dijera esto o lo otro... Pensaba que era mejor retirarse y estar para mis hijos. Me gusta el fútbol, pero si me pone triste... ¿para qué jugar? Luego siempre pasaba algo en mis clubes. En un sitio no te pagaban, en otros... Bah, una mierda.

—¿Llegó a odiar el fútbol?

—Llegué a eso. He visto cosas en el mundo del fútbol que muchos nunca van a ver...

—Habrá quien piense que volvió porque tenía problemas económicos...

—Lo que gano aquí en el Sparta no me va a ayudar a cuidar de mis hijos y de mi madre. Cobro muy poco, pero nunca he tenido problemas económicos. Mi único problema con el dinero es el que me han robado. —¿Cree que durante su carrera se aprovecharon de usted? —El gran dinero que nadie sabe dónde está tiene que ver con mi representante por entonces. Por ejemplo, si eres Mijatovic y estás hablando con mi agente y le dices que puedes pagar a Drenthe 1.400.000 euros y luego tu agente te dice a ti que lo que te van a pagar es un millón... Yo tenía 19 años y ni mi madre ni mi padrastro entendían de esas cosas. Yo confiaba en ese tipo. Ellos negocian por ti, pero no sabes qué han negociado. No lo puedes saber. —Cambiemos. Estamos en Rotterdam, hay rivalidad con Amsterdam... ¿Qué Ajax le espera al Madrid?

—El Ajax tiene nivel, se lo aseguro. El Madrid tiene que cuidarse mucho. Tiene chavales que juegan bien. Como De Jong o Ziyech, uno de esos que parece que no está y de repente te hace un gol.

—¿De Jong vale los 86 millones que ha pagado el Barça?

—Frenkie puede ser como Xavi cuando yo estaba en España. Esa manera de andar, de saber antes de recibir el balón lo que va a hacer... Ahora es muy bueno, pero cuando llegue a Barcelona y juegue en ese césped, cuando huela esa mierda (sic),

va a ser uno de los mejores.

—Se ha generado otra Tormenta de Clásicos entre

Liga y Copa... ¿Cuántas veces ha visualizado en su cabeza aquel mano a mano que falló en el Camp Nou ante Valdés? ¿Meterlo le hubiera cambiado la vida?

—Los veré en mi bar (risas).

Si yo meto gol ahí es algo que nunca me podrían quitar en mi vida, pero no es algo que piense mucho. Ha cambiado tanto el fútbol... De mi época sólo quedan Ramos, Marcelo y Benzema. En el Barça, Messi y Busquets. Es todo diferente, pero en aquel momento haberle metido un gol al Barcelona... Estaba con la adrenalina. Recuerdo que teníamos muchos lesionados, Ramos tuvo que jugar de lateral izquierdo, Juande estaba temporal hasta que viniera Pellegrini... Pero eran grandes partidos (sonríe).

—¿De quién fue la decisión de que dejase el Madrid?

—Mourinho me dijo que de

“No me entrené con el Hércules porque no me pagaban y se enfadó”

Cristiano “No escuché al Madrid ni una vez decir que querían que se quedase”