Pedraza y Chukwueze dan al Villarreal fe y ventaja
Espanta su mal liguero en el José Alvalade y vuelve a creer
y con más carencias que virtudes.
El Villarreal sigue sin estar para tirar cohetes. Al menos, con el nuevo sistema, minimizó los daños. No tira, pero tampoco le tiran. Ha dejado de hacer regalos a base de acumular defensas. El gol le dio seguridad. La acción decisiva que abrió el marcador dejó una evidencia tan clara como olvidada: Chukwueze, entre tanto jugador que no desborda ni rompe líneas, es imprescindible. Su velocidad y su eslalon lo llevaron a poner un centro que empalmó Pedraza como el gran carrilero que es. El Sporting, que ya salió tibio, se quedó helado. Únicamente el estado de ebullición de Cabral le dio algo de profundidad. Otro Villarreal hubiera aprovechado este letargo para hacer más daño. De momento este equipo da para quitarse de encima el miedo.
El segundo tiempo cambió el panorama sobre el césped. El Villarreal se convenció de que podía hacer más daño. Y se estiró. Sin embargo, cuando le faltó gasolina tiró de un doble pivote de hormigón (Javi Fuego-Cáseres) que ni taponó ni catapultó. Es más, Andrés Fernández y el palo evitaron el empate. Sólo la roja a Acuña en el 76’ amainó el temporal. Donde hubo retoques fue en las sensaciones finales. Hubo abrazos impensables sólo unas horas antes viendo las caras en el hotel de concentración. Ya lo avisó Calleja: esta excursión podría ser una reivindicación. Ganar, por mucho que canse las piernas, airea las cabezas. Vuelve el Villarreal. Parece haber ido a terapia en Lisboa.
Sporting En crisis y sin talento, se quedó con diez en el 76’