Bartomeu no viaja a la ECA y retrasa la partida decisiva
El presidente azulgrana no se verá con el dueño del PSG tras la fallida negociación en París
Oportunidad. Si viene y marca goles en el Madrid, los que no lo quieren lo amarán con locura, y lo mismo pasará si va al Barça: se olvidará que fue un tonto hijo pródigo acunado por Piqué. ¿Y la desventaja si no viene? Que no veremos crecer aquí al que quizá sea el más imaginativo jugador de esta parte del siglo XXI, una combinación audaz de Ronaldinho y Cristiano. —JUAN CRUZ
Después de que el martes la expedición del Barcelona que viajó a París para reunirse con el director deportivo del París Saint-Germain regresara a la base con las manos vacías y con la constatación de que la distancia entre ambas entidades para llegar a un acuerdo para traer de regreso a Neymar al Camp Nou es abismal, se esperaba con expectación la reunión de mañana de la ejecutiva de la ECA en Liverpool. Allí debían coincidir en vivo y en directo Nasser Al-Khelaifi y Josep Maria Bartomeu Pero a última hora, la mano que se esperaba decisiva en esta partida de póker se ha cancelado.
Ayer al mediodía, fuentes del Barcelona informaban a este diario que el presidente azulgrana viajaría a Liverpool acompañado de Wouter Lambrecht, abogado belga, ex asesor jurídico de la ECA y que trabaja para el departamento jurídico del Barcelona, exactamente desde octubre de 2017. No obstante, a las cinco de la tarde estos planes habían cambiado por completo y desde el propio Barcelona informaban que el presidente prefería acompañar al equipo a Bilbao, donde por la noche jugará el primer partido de LaLiga.
Por lo tanto, tras el fiasco de la reunión en un hotel de París el martes entre Javier Bordas, Éric Abidal y Leonardo de Araújo, la mano decisiva de la partida de cartas en la que se está convirtiendo el culebrón Neymar queda aplazada.
Las posturas siguen lejanas. El PSG pide dinero y jugadores y el Barça sigue firme en su idea de que la operación sólo puede hacerse en opción trueque o en opción cesión con opción de compra. Hasta el día 2 de septiembre hay tiempo.
Distancia Sigue siendo abismal entre los intereses culés y los del PSG