Derrota y Rodrigo de suplente

La derrota en Balaídos abre un nuevo frente en la crisis del Valencia. A la falta de consenso en lo que a la planificación se refiere, entre cómo actúa Peter Lim y cómo piensan sus gestores, se suma ahora la de resultados. El punto sumado de seis ayuda poco en la coyuntura blanquinegra. El Celta salió mejor, que fue cuando marcó, y el Valencia después no supo. Una ocasión de verdad de Wass, otra de Maxi y poco más. Pero de ahí a quemar la Falla va un mundo. Que llegue el 2 el septiembre, se acabe la incertidumbre actual y a partir de ahí a juzgar, porque si al entorno le inquieta lo que sucede, imagínense al vestuario.

La suplencia de Rodrigo constata lo que se aventura desde hace dos semanas, que el

Atlético le comprará en los próximos días. Ahora le tocará mover ficha al Valencia y en el fichaje de su sucesor se verá hasta qué punto se puede reconducir el mal que ya está hecho. Las operaciones tras venta de última hora no le sentaron bien al Valencia de Lim. Le pasó con Otamendi (Santos y Abdennour) y con

Alcácer (Munir). Está en su derecho como dueño querer recaudar 60 millones por un futbolista que le costó la mitad, pero también está en su deber escuchar a Mateu y

Marcelino sobre qué perfil entienden ellos que sería el idóneo para reforzarse. Dos años en Champions y una

Copa del Rey les concede tal privilegio. O debería ser así.

■ Minuto 15. Toro Fernández culminó una buena jugada del Celta. Iago Aspas encontró a Denis Suárez en un costado y este metió un centro raso al área. El delantero se sacó un recurso muy bueno y, ante Garay, marcó de tacón. Cillessen no se lo esperaba y reaccionó tarde.