Una lesión le impidió estrenarse con 18 años

■ En la Confederación Brasileña de Fútbol confían a ciegas en el potencial de Vinicius, uno de los mayores proyectos a corto, medio y largo plazo del país. Por eso el madridista, 19 años cumplidos en julio, lleva meses rondando las convocatorias de toda una pentacampeona del mundo y reciente ganadora de la Copa América. Ya en febrero, con apenas dos meses con continuidad en la élite en sus botas, Tite le citó para los amistosos ante Panamá y República Checa. Un dato midió la importancia de esa llamada, truncada luego por la grave lesión que el atacante sufrió en la vuelta de octavos de Champions: de no haberse visto obligado a pasar por la enfermería, se hubiera convertido en el decimocuarto debutante más joven de siempre en Brasil, estrenándose tan sólo con dos meses y seis días más que Neymar, su ídolo, en 2010. Esta cuenta perdió valor por la rotura de los ligamentos de la articulación tibioperonea de la pierna derecha contra el Ajax, un percance que, unido al poco tacto de Zidane con él en el final del curso, le dejó sin opciones de ir a la Copa América. Eso no impidió que antes, incluso lesionado, fuera imagen de la nueva camiseta de la canarinha para el torneo continental. Ni que el seleccionador le haya requerido ahora y le elogiase en conferencia de prensa: “Es un muchacho estupendo que tiene un talento extraordinario, pero las cosas están pasando muy rápido en su vida. Nos olvidamos que tiene sólo 19 años. Tenemos que darle tiempo y tener mucho cuidado con él”. Al final, la lesión sólo retrasó el sueño, y Vini se hará mayor con Brasil con 19 años, un mes y 27 días. Sólo 20 brasileños en la historia lo consiguieron antes.