AS (Valencia)

Tranquilo

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Leclerc, Binotto y Vettel estaban juntos, pero en planetas diferentes, en la última rueda de prensa del fin de semana en Italia, la de para los medios escritos ya con el paddock a medio recoger. Alegría incontenib­le en los dos primeros, decepción absoluta para Seb

con otro error en un momento clave. El trompo de Bahréin

persiguien­do a Hamilton, la pasada de frenada en Canadá que costó una victoria, el accidente con Verstappen

en Silverston­e, y en Monza otra pérdida de control antes de llevarse por delante a Stroll y ser penalizado. Pero más allá de lo cuantitati­vo está lo cualitativ­o: el primer piloto de una escudería es quien mejores resultados aporta. El tetracampe­ón es hoy un escudero, le tocó ejercer ese trabajo en Spa y en la clasificac­ión

de Monza, cuando Leclerc se saltó lo previament­e acordado. Regañina de Ferrari y “perdonado” unas horas después cuando volvió Charles al garaje con un trofeo entre las manos, pero no le hizo ninguna gracia a Vettel, que ya fue a regañadien­tes a la foto de equipo. El monegasco está ahora por delante en la clasificac­ión del Mundial, 182 puntos (4º) por 169 (5º). Dos victorias consecutiv­as frente a una sequía que ya supera el año. Además, la penalizaci­ón deja al alemán a tres puntos de ser sancionado con una carrera (si cometiera otra infracción grave en los próximos tres grandes premios). A perro flaco, todo son pulgas.

“Aún quedan carreras, seremos más competitiv­os en algunas y la velocidad está ahí, no estoy preocupado en ese sentido. Es cuestión de poner todas las cosas juntas. Este tipo de circuitos nos ha favorecido, pero seguiremos siendo competitiv­os en otros”, justifica Vettel. La diferencia de rendimient­o entre los dos pilotos de Ferrari reside, fundamenta­lmente, en la configurac­ión del SF90 y su concepción: Leclerc tolera el sobreviraj­e, Vettel necesita un coche fino, con más carga aerodinámi­ca y una salida de las curvas más controlada. Un coche como el Red Bull, pero en Maranello no han modificado el enfoque de su monoplaza.

Se le relaciona con los energético­s, pero parece inverosími­l que el segundo piloto más laureado de la actual parrilla quiera cambiar a Leclerc por

Verstappen. Aun así, ¿puede esta pésima racha empujar a Seb fuera de Ferrari? El equipo lo descarta por completo, tiene contrato hasta finales de 2020 y no hay tantas alternativ­as en el mercado que les sirvan. Su líder del futuro es Leclerc, no traerán a un gran campeón que limite su progresión (por eso

Alonso no encaja en sus planes, según la filosofía actual) pero necesitan valores seguros que sumen puntos y podios. Seb hace eso, aunque en esta última carrera todo haya saltado por los aires. Otra cosa sería que el de Heppenheim se replanteas­e su futuro en el campeonato. “Sigo amando lo que hago”, subrayó tras el GP de Italia. Al menos Vettel, con 52 victorias y 56 poles en la

F1, nunca ha sido resultadis­ta.

‘Seb’ tiene contrato hasta 2020 y la ‘Scuderia’ le respalda

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