En Singapur
—¿Cree que le ha echado un pulso a la propiedad con sus declaraciones?
—No soy quien para echar un pulso a nadie. Nunca voy a discutir la autoridad. Lo prueba mi relación con Mateu Alemany. Las discrepancias enriquecen, el diálogo ha sido nuestro elemento de trabajo para, desde el consenso, resolver situaciones de mercado y hacer un equipo competitivo. Tenemos que recordar que el Valencia venía de ser dos años el 12 y haber coqueteado con el descenso. No soy quien ni debo ni puedo ni quiero plantear pulsos a nadie. Ni a los que están por encima de mí ni a los que están por debajo. Mi única intención, mi trabajo desde que llegué al Valencia, fue opinar para desde el consenso llegar a conclusiones y tomar decisiones. En ese pacto inicial, roto de forma unilateral, había una condición sin la cual no habría sido entrenador del Valencia. Tengo una opinión importante, casi decisiva, y para el “no” era decisiva, en la confección de la plantilla. Lo demás era todo consenso. Ese respeto a no invadir ninguna parcela que no me correspondía es lo que nos ha llevado al éxito.
—¿Vuelve a salir de un club sin que los resultados sean la causa? Como en Vila-real.
—Creo que estos dos hechos que comentan, mi destitución en el Villarreal y la de aquí, tienen una situación común evidente: llegué al Villarreal en Segunda; en enero, cuando estaba a ocho puntos del ascenso y ascendimos. Me obligaron a dejarlo cuatro años después en Champions. Tiene la similitud con lo que me ha pasado aquí. Llegué en una situación alejada de lo que es este gran club; lo dejo con una semifinal de Copa en la primera temporada, dos cuartos puestos, una semifinal de Europa League y una final de Copa ganada al Barcelona de Messi. Yo nunca discuto la autoridad. Sé quiénes están por encima de mío.
—¿Cree que le despiden por la Copa pero no lo ejecutan hasta septiembre?
—El 19 de julio, el propietario, cara a cara, y delante de otras tres personas me dijo que había una confianza absoluta en nuestro trabajo. Después de esa aseveración, ¿cómo voy a pensar que se me puede destituir el 10 de septiembre?
—Por lo tanto algo ha podido ocurrir, ¿no?
—Todos los hechos que he relatado, situaciones muy concretas, no solo conmigo, es que tenemos que recordar que no ha sido con el entrenador. Ha sido un proceso con el director general. Todos sabéis que hubo una fecha crítica en esta pretemporada. Todas esas circunstancias y todos los hechos me llevan a tener la absoluta seguridad que la Copa ha sido el detonante.
—Anil Muthy presentó a Celades hablando de la apuesta por los jóvenes; ¿ha tenido algún problema con los jóvenes?
—Dos años en Valencia, puestos Champions, han debutado cinco canteranos. Ferran es en la historia del Valencia el jugador más joven que ha jugado 50 partidos. Todos con Marcelino. Cuando llegamos Gayà era Sub’21, ahora es absoluto; Soler se afianzó de titular; Kang-in debutó... A mí nadie me impuso que pusiese a los jóvenes, porque es lógico que al entrenador no se le imponga. Ni tampoco se me sugirió. Si así fuera, que Kang-in es la causa, deja en mal lugar a quien utilice ese argumento para justificar mi destitución. Me parece inapropiado e injusto aprovechar la situación de un joven para generar crispación con el entrenador. Dice muy poco de quien lo hace.
En julio nos felicitó por la Champions, nunca por la Copa”