Milagro en Gleneagles
La Europa de Ciganda y Muñoz remontó ante Estados Unidos para recuperar la Solheim Pettersen, la heroína con su putt en el 18
Del Milagro de Medinah en la Ryder de 2012 al Milagro de Gleneagles. El golf femenino europeo ya tiene su propia apoteosis, desatada ayer por Suzann Pettersen. Dos años sin jugar, con una maternidad entre medias y parte del equipo gracias a una invitación de la capitana Catriona Matthew, la noruega embocó el putt decisivo en el último hoyo del último partido en juego en el último día de competición para que la Solheim Cup volviese a Europa tras dos victorias seguidas de Estados Unidos.
Sus brazos al cielo y su grito de rabia fueron la imagen de una edición que perdurará en la memoria. Jugando contra las apuestas, contra la historia reciente y contra un equipo norteamericano teóricamente superior si se echa un vistazo al ranking mundial, la Europa de, entre otras, las españolas Azahara Muñoz y Carlota Ciganda, prevaleció.
Fue un ejercicio de resiliencia total desde el primer día. Desde la tarde del viernes, cuando parecía que Estados Unidos se iba a acostar en cabeza tras los fourballs pero
aparecieron Carlota y la debutante Bronte Law, por un lado, y Azahara y Charley Hull, por otro, para aguantar los embates. Desde la defensa numantina del sábado en los fourballs, especialmente con la remontada de Georgia Hall y Celine Boutier ante McDonald y Yin. Hasta llegar a la jornada de ayer, 8-8 en el marcador y 12 partidos individuales para decantar la balanza.
La incertidumbre fue constante y sólo se empezó a vislumbrar un campeón cuando Altomare derrotó 5&4 a Ewart Shadoff y puso el 11.5-13.5 para Estados Unidos. Ciganda había ganado antes por uno a Danielle Kang y Azahara no pudo con Angel Yin, 2&1.
Europa necesitaba tres puntos en los tres cruces restantes y Law estaba empatada con McDonald a la altura del 15 y Pettersen, con Megan Alex en el 16. La tormenta perfecta se desató con un putt suspendido en el tiempo de Law en el 16. Empate. Pettersen y Alex hicieron lo propio en el 17 mientras Nordqvist recortaba un punto ante Pressel con autoridad (4&3).
En el 17 falló McDonald y entregó el punto Law. 13.513.5. Entretanto, Pettersen pegó un hierrazo en el 18 y se dejó un putt mejor que el de Alex, que jugó a asegurar el par 5. Si la noruega embocaba, la copa se quedaba en casa. Juli Inkster, la capitana estadounidense que podía hacer historia con un tercer triunfo seguido, no podía ni mirar. La bola entró mansa. Pettersen alzó los brazos. La Solheim volvió a Europa.
España, clave. Tanto Azahara como Carlota fueron claves en la estrategia de la capitana Matthew. Ambas disputaron los cinco puntos posibles. Carlota, con una victoria en individuales y dos empates y dos derrotas por parejas; Azahara, derrotada en individuales, ganó dos foursomes y empató y perdió (junto a Ciganda) en los fourballs. Son ya dos victorias (la anterior en 2013) en tres apariciones para la primera y tres (2011 y 2013 antes) en cuatro para la segunda, que se había quedado fuera del equipo en Alemania 2017 y saboreó del retorno más dulce posible.