Por las UCI sin fronte
El Gobierno valora el traslado de pacientes entre diferentes comunidades autónomas ante el peligro de colapso de ocho sistemas de salud
Las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) de ocho comunidades autónomas están al límite de sus capacidades (si no ya desbordadas) por pacientes con coronavirus: Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, La Rioja, Madrid, Navarra y País Vasco. Un problema que daña el gran dogma de la lucha contra la epidemia: evitar el colapso del Sistema Nacional de Salud.
Ante este escenario, el Gobierno medita la transferencia de pacientes entre comunidades. “Las UCI son nuestra mayor preocupación. No descartamos el traslado, pero se hará de manera consensuada y cuando (las autoridades) manifiesten sus necesidades”, explicó María José Sierra, que puso al Ejecutivo a disposición de las autonomías: “Estamos en contacto totalmente para ver sus necesidades y lo que haga falta. Si está en nuestras manos, intentaremos articularlo”. La directora adjunta del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias compareció de nuevo ante la prensa en sustitución de Fernando Simón, positivo por coronavirus.
Los primeros traslados entre provincias ya se han producido: dos enfermos fueron derivados a Murcia desde Albacete, sin los recursos necesarios para atenderlos debido a su gravedad.
España contaba antes de la crisis con 4.627 camas de UCI, entre hospitales públicos (3.508) y privados (896), repartidas en 381 centros con especialidad de medicina intensiva, según la última estadística del Ministerio de Sanidad, con datos de 2017. Y actualmente hay 5.231 pacientes en cuidados intensivos. Madrid y Cataluña eran las comunidades que tenían el mayor número de plazas con 641 y 652, respectivamente. Unos recursos que se vieron desbordados ante el empuje de la enfermedad y que las obligó a multiplicar sus camas a un ritmo vertiginoso. La CAM, por ejemplo, ha alcanzado las 1.500. Su perspectiva es aumentar su capacidad hasta las 1.745. Por su parte, Cataluña ha superado las 1.700. Ambas emplean cualquier espacio libre a su disposición para albergarlas.
Un aumento que no ha erradicado el cuello de botella en la sanidad por el momento y que hace urgente la dispersión de enfermos a otras regiones de España con mayor margen de maniobra. Andalucía es una de ellas. Su sistema de salud mantiene desocupadas casi 500 de las 840 camas de las que dispone. No es el único caso. Asturias y Murcia rozan las 50 libres, por ejemplo. Entre los planes de sus respectivos gobiernos se encuentra aumentar esos números si fuera necesario. “Se valorará en tiempo y forma”, aseguró Jesús Aguirre, consejero
España contaba antes de la crisis por el COVID-19 con 4.627 camas de UCI y ayer tenía 5.231 pacientes en cuidados intensivos
Albacete derivó dos pacientes a Murcia ante su falta de recursos para atenderlos debido a la gravedad de su estado de salud
andaluz de Sanidad, ante la posible solicitud para acoger enfermos de otros puntos de la geografía nacional.
España no es el único país que se encuentra frente a la amenaza de la saturación de sus hospitales. Francia, con más de 40.000 contagios, trasladó un total de 250 enfermos graves este fin de semana entre diferentes localidades de su geografía. Alemania, Luxemburgo y Suiza también recibieron pacientes galos.