117 años del primer partido del Atlético
Veinticuatro socios lo jugaron el 2 de mayo de 1903 en el Campo del Retiro, a modo de prueba para ingresar en el equipo
EI 2 de mayo de hace 117 años amaneció claro en El Retiro. Un grupo de 24 chavales se dirigían al mejor campo de fútbol que en el albor del siglo XX había en Madrid, el Campo del Retiro, un solar retirado detrás de las tapias del parque, perteneciente al disuelto New Football, también llamado Campo de la Rana, en la llamada Ronda de Vallecas, hoy Avenida Menéndez Pelayo. Si el 26 de abril de 1903 el Atlético se había fundado en la calle de La Cruz número 21, centro de Madrid, a apenas nada caminando de Sol, por un grupo de estudiantes vascos de la Escuela de Minas, este 2 de mayo tocaba llevarlo a la tierra, jugarlo: el Atlético de Madrid disputaría su primer partido. Una fecha para la historia que el club celebraba ayer con la foto de aquel día en sus redes sociales y en su web.
Ayer, en el año 117 de esta efeméride, con el parque de El Retiro cerrado, como el fútbol, a causa de lo mismo, esta pandemia provocada por el coronavirus que el mundo vive, se mira con más nostalgia esa foto y ese partido del que el pasar de los años borró un dato fundamental: su resultado. “El 2 de mayo de 1903 tuvo lugar el primer partido de nuestra historia. 24 socios del Athletic Club de Madrid se enfrentaron en el Campo del Retiro en un encuentro en el que cada equipo contó con 12 jugadores y que sirvió tanto de prueba para el acceso al primer equipo de jugadores como de confraternización entre los socios del club”, especifica el Atlético, a modo de crónica oficial. “Bajo el mandato de Enrique Allende, primer presidente de nuestra historia, prácticamente la totalidad de los socios participaron en un partido del que se desconoce el resultado final”, continúa.
Doce de esos 24 muchachos vestían la camiseta oficial, con la que el Atlético le subiría el telón a su historia. Pantalón negro, medias también y camiseta blanca y azul como el hermano mayor de Bilbao, el Athletic. Los otros doce iban de blanco. Todas cortadas por un mismo patrón: las camisetas las habían confeccionado mujeres, novias, madres de los jugadores. Eran ásperas, rudimentarias. Entre medias, el hombre número 25, también socio, Enrique Goiri, tesorero a tiempo completo, en ese momento árbitro. Lo de jugar con 12 ya era rareza en ese momento, pero no había otra. 24 habían acudido a las pruebas. Todos jugarían.
El público, como se ve en la fotografía, apenas un puñado de amigos, lejos de los 68.000 que, por ejemplo, acudieron el 18 de febrero al Atlético-Liverpool del Metropolitano. “Ante la ausencia de vallado y para proteger el terreno, se cavó una zanja alrededor del mismo para evitar el paso de carros y volquetes que vertieran desperdicios y materiales de derribo”, detalla el Atleti de aquel día, comienzo de una de las historias más grandes jamás contadas. Y vividas.