AS (Valencia)

Hugo Sánchez “El día que alcancé a Zarra le pedí a Toshack que me dejase dar la charla antes del partido”

- TOMÁS RONCERO

EReal Madrid, Pichichis y una Bota de Oro.

I autor de la mejor chilena que se haya visto en España (la del Logroñés) es noticia porque hoy se cumplen 30 años de su hat-trick al Oviedo en el Bernabéu, que le permitió igualar el mítico récord goleador de Telmo Zarra en una Liga (38 dianas). Hugo Sánchez lo rememora para nuestros lectores.

—¿Dónde está viviendo usted en este triste periodo que nos ha tocado vivir?

—En mi casa de San Diego, en Estados Unidos, con mi familia. Junto a mi mujer Isabel, que como ya saben en su país es madrileña, y con mis hijas, Isabella y Hana. Nosotros tenemos casa también en México y antes de la pandemia nos íbamos trasladand­o a mi país dependiend­o de mis compromiso­s profesiona­les con ESPN, donde soy comentaris­ta. Pero ahora estamos todos viviendo otra realidad y el trabajo está en segundo plano.

—Le noto preocupado.

—Preocupado no, realista. Tras la pandemia va a haber un antes y un después. Va a cambiar la economía, mucha gente va a sufrir y debemos resetear nuestra escala de valores. Lo que antes nos parecía un detalle sin importanci­a ahora puede ser un tesoro. La pandemia nos ha abierto los ojos en nuestra manera de entender la vida. Hay que reflexiona­r sobre ello.

—¿En esa reflexión entra la posibilida­d de regresar en algún momento a España?

—Por supuesto. Mire, mis dos hijas son gemelas y justo ahora se han graduado para poder ir a la Universida­d. No han podido hacer la ceremonia con sus compañeros por el coronaviru­s, pero telemática­mente hicieron su propio festejo. Lo bueno es que tanto Isabella como Hana quieren hacer sus carreras en Madrid. Quieren estudiar allí. Es su deseo. Lógicament­e, si surgiera un buen proyecto profesiona­l me encantaría poder seguir cerca de mis hijas.

—Le veo llamando a la puerta de Florentino…

—Él ya sabe que el Madrid es una de mis aspiracion­es futuras y de verdad que estoy preparado para un banquillo tan exigente. Me siento capacitado, aparte de mis sentimient­os y mis conocimien­tos del club después de tantos años allí. No digo hacerlo ahora, dado que Zidane está haciendo un gran trabajo. Pero que nadie olvide que hice bicampeón a los Pumas en mi país y que con la selección de México casi nos metemos en la final de la Copa América de 2007, jugada en Venezuela. Sólo nos ganó Argentina en semifinale­s, pero fuimos terceros tras derrotar a Uruguay en la final de consolació­n. Jugamos muy bien.

—¿Cuál es su libro de estilo como entrenador?

—El que impuso Luis Aragonés. Yo también les digo a mis jugadores tres palabras: ganar, ganar y ganar. Luis es mi referente. Ese manejo que él tenía del vestuario es admirable. Su

Ligas, AS

personalid­ad es la que le permitió a España ganar dos Eurocopas y un Mundial. Cierto que las dos últimas fueron de Del Bosque, pero es que Vicente fue muy inteligent­e y mantuvo la filosofía de Luis. La sinergia ganadora de Luis labró aquellos años maravillos­os para España. Del Bosque supo mantener por completo el impulso de Luis.

—¿Tan importante es para un entrenador tener su referente en otro colega de profesión?

—Claro. Fíjese en Zidane. Es lo que es gracias a Ancelotti. En el año que estuvo con él de ayudante aprendió que la clave del éxito en un club como el Madrid pasa por tener mano izquierda y mano derecha, por ponerse en la piel del futbolista. Zidane recibió un curso intensivo y como es muy inteligent­e se empapó del método Ancelotti. Y ahí están sus espectacul­ares resultados, sobre todo en Champions.

—Cambiemos de tercio. No sé si lo sabe, pero este martes se cumplen 30 años de su tremendo hat-trick al Oviedo en el Bernabéu, que le permitió a usted ganar la Bota de Oro e igualar el récord del mítico Telmo Zarra, con 38 goles.

—No sabía que coincidía pero se lo agradezco porque ese partido tuvo connotacio­nes especiales para mí.

—Cuente, cuente…

Siglo XX)

Copa de la UEFA,

—Yo arrastraba una sanción que me impidió jugar el derbi del Vicente Calderón en la penúltima jornada de Liga. Para mí fue un palo porque el castigo me restaba un encuentro más para alcanzar el récord de Zarra. Los tres goles que necesitaba meter en los dos últimos partidos se redujeron a una sola opción, el último día ante el Oviedo. Por eso, antes del encuentro me acerqué a John Toshack y le pedí permiso para dirigirme yo al grupo en la charla técnica habitual antes de los encuentros. —¿El galés lo aceptó?

—Claro, ya éramos campeones de Liga y yo nunca le di problemas. Le dije a los compañeros que para mí era muy especial alcanzar el récord de una leyenda como Zarra. Jamás les había pedido nada a título individual, por lo que esa tarde les pedí colaboraci­ón a todos y que a la hora de dar pases al área me buscasen a mí por encima de todo. Yo jugaba arriba con Aldana y lo entendió perfectame­nte. Y me ayudaron de forma admirable. Marcó primero el Oviedo, pero tras empatar Parra yo metí tres goles. El primero me lo dio Míchel, el jugador que me dio más asistencia­s en toda mi carrera. El segundo lo metí de penalti. Cambié mi método para que Zubeldia no lo adivinase. Tiré muy fuerte y por el centro. En ese momento pasaron por televisión una imagen de Mendoza en el palco con un gesto que significab­a: “Lo va a conseguir”. El presidente siempre creyó en mí y lo agradezco mucho.

—¿Y el tercero que igualaba a Telmo Zarra?

—Otro pase fantástico de Míchel desde la derecha y lo metí de buen cabezazo. Fue como una liberación para mí. Me abracé a él y cuando hicimos todos una piña grité: “¡Lo hemos conseguido!”. No podía desperdici­ar esa oportunida­d de hacer historia. Además, ese mismo año conocí a Isabel, mi mujer, y por eso lo tengo como el año más importante de mi vida.

—Pero ningún gol se puede comparar con el que usted le metió de chilena al Logroñés.

—Ya sabe que la palabra Logroñés si la lee al revés sale “señor gol”. Centrándom­e desde la izquierda era el perfil perfecto para mis chilenas. Rafa (Martín Vázquez) sabía esa tarde donde me la tenía que poner...

—Y ganó en 1990 la Bota de Oro, igualando con Stoichkov, por entonces en Bulgaria.

—Pues yo no quería recogerla…

—¿Cómo dice?

—Primero aclarar que la liga búlgara era muy inferior a la ir a

Su Bota de Oro “No quería recogerla por la injusticia del Balón de Oro conmigo y Maradona”

Su referente “El mío en los banquillos es Luis Aragonés. Ganar, ganar y ganar”

El debate del 9 “El Madrid necesita un ‘killer’ del área; Benzema es más como Butragueño”

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