Menos Tik Tok y más tiqui taca
Debo reconocer que algo me he perdido por el camino cuando, tras escuchar a la AFE decir que las posibles concentraciones para terminar LaLiga son una coacción de la libertad del futbolista y a algún representante de los médicos del fútbol alegar posibles problemas de salud mental por ese confinamiento con los compañeros de equipo, no haya habido ningún peso pesado de nuestro fútbol que manifieste que con todos los medios de los que disponen, la medida de una concentración de dos meses es lo más coherente, siempre respetando las prioridades de otros trabajos más expuestos, eso está por supuesto, en lo que respecta al acceso a los test.
Ya no sólo por los privilegios de concentrarte en un búnker de oro, que te da la posibilidad de restar posibilidades de contagiar a tus familias, también por las necesidades de sus clubes y de los que directa e indirectamente se nutren de ellos, miles de familias que viven del sector del fútbol. Creo que no cuesta demostrar que están implicados en la causa y al menos intentar volver. Si luego las circunstancias no se dan y aparecen los problemas, pues se deja. Pero creo que lo mínimo es intentar volver a ver si se puede.
Todo lo que estamos viviendo es excepcional. Por ello me disgustan los argumentos de uno de los casos menos excepcionales. He vivido en la confusa burbuja del fútbol, donde todas las comodidades te hacen distanciarte de la realidad. Yo lo experimenté el año de mi lesión y comprobé fuera de esa burbuja el sufrimiento y pasión de los aficionados por su equipo y por sus ídolos. Ahora deberían valer estos 55 días fuera de la burbuja para que esos ídolos se dieran cuenta de muchas realidades. Posicionarse a favor del “confinamiento deluxe” sería la decisión más sensata y cercana a la realidad y así no alimentar a los que nos etiquetan a los futbolistas de niños caprichosos. Abogo por menos Tik Tok y más tiqui taca.