Gears Tactics cambia su uniforme de campaña
La emblemática saga de acción de Epic se pasa a la estrategia
Mucho antes de que Epic eclipsara al mundo del videojuego con su Fortnite, la compañía era ya famosa por su saga Gears of War, una serie de juegos de acción en tercera persona cuya relevancia les convirtió en uno de los puntales de las sucesivas Xbox. Están basados en un futuro donde la humanidad se enfrenta a una raza alienígena, los locust, y destacaban por su intenso sistema de combate.
Historia. Se ambienta doce años antes de la primera entrega y se integra perfectamente con todo el arco argumental que se desarrolla a posteriori.
El formato de estrategia táctica por turnos presenta algunas innovaciones que le separan de la saga XCOM, el gran referente actual del género.
El jugador controla un equipo de Gears con el que debe enfrentarse a diversas situaciones: rescate de rehenes, destrucción de un objetivo, defensa de una posición, huida... Las misiones son divertidas, pero algo repetitivas, sobre todo cuando se afrontan las secundarias. Donde mejor se muestra Gears Tactics es en aquellos mapas donde hay un jefe final, que suponen todo un reto.
Táctica. El juego posibilita el movimiento partido, es decir se puede utilizar parte de los puntos de acción, pasar a otro soldado y luego volver al primero. Esto amplía mucho el abanico táctico, además hay diferentes clases de combatientes y un sinfín de habilidades personalizables. La IA es excelente, los locust muestran un comportamiento bastante inteligente, empleando coberturas o tapando con francotiradores posibles zonas de desplazamiento. La enorme cantidad de unidades rivales en el escenario aseguran una intensidad desconocida en el género.