El BMW X5 también puede ser eficiente

La última generación del SUV alemán cuenta con una versión híbrida enchufable que permite reducir sus consumos y emisiones pero conservando el resto de sus cualidades

Ningún segmento escapa a la tendencia obligada de la electrificación del automóvil. Ni siquiera grandes todocaminos como el BMW X5, que ha estrenado generación, renuncia al recurso del apoyo de una batería para mejorar su eficiencia. Es así como la gama dispone de la variante xDrive45e, un híbrido enchufable de última tecnología y con valores reseñables de consumos y emisiones.

En líneas generales, esta versión apenas se distingue del resto ni siquiera en su imponente aspecto. Tan sólo una portezuela en la zona delantera del lateral izquierdo revela su condición de PHEV, ocultando la toma de corriente que permite recargar la batería que alimenta su propulsor eléctrico.

Porque la gran aportación del xDrive45e es la combinación de dos motores: un gasolina de seis cilindros con 286 CV y el mencionado eléctrico con 112 CV, para entregar un rendimiento conjunto de 394 CV, además de un impresionanPor te par de 600 Nm. Más allá de las cifras, lo significativo de la combinación es que las prestaciones son las propias de un SUV de su categoría mientras que el consumo homologado para los primeros 100 kilómetros (se eleva, lógicamente, cuando la batería se agota tras 80 kilómetros) es de sólo 2,1 litros, con unas emisiones de CO2 de 49 g/km.

lo demás, se trata de un todocamino que supera las expectativas. Es amplio (aunque pierde 150 litros de maletero por el sistema eléctrico), acabado de forma impecable, con un equipamiento de primerísimo nivel y asistencias a la conducción muy avanzadas.

En marcha el confort es su principal seña de identidad, con unas prestaciones que no defraudan en absoluto a pesar de tratarse de un coche que supera las 2,5 toneladas de peso. Unos kilos que sí se dejan sentir en las carreteras más reviradas y, aunque el conjunto es tan noble como previsible, exige atención a sus derivas. Cuenta con tracción total permanente y su cambio de ocho marchas está bien escalonado, con lo que se puede viajar a muy buen ritmo en cualquier tipo de trazado. Y todo ello, con las ventajas del etiquetado Cero de la DGT.