AS (Valencia)

Toni Kroos “Soy muy español desde la perspectiv­a alemana”

- GQ ALEMANIA

Toni Kroos, centrocamp­ista del Real Madrid, dio una extensa entrevista al rotativo GQ, en la que desveló su deseo de colgar las botas en el Santiago Bernabéu. También habló de más temas como su experienci­a durante el confinamie­nto, las consecuenc­ias del coronaviru­s para el mundo del fútbol y la labor de su fundación. También admite el campeón del mundo con la Mannschaft en 2014 por qué se siente, en parte, español. Lea aquí la entrevista íntegra:

—¿Cómo vivió el confinamie­nto junto a su familia en Madrid?

—Aquí en España se levantó un confinamie­nto estricto. Las personas no pudieron salir de sus casas durante semanas. Para nosotros fue una maldición y una bendición a la vez: yo no tengo ningún problema de estar encerrado en casa. Al final, justo es eso lo que más eché de menos durante los últimos años por culpa de tantos viajes: estar en casa junto a mi familia. Aun así fue una sensación diferente a la que uno pueda tener quizá al finalizar la carrera porque toda esta situación estaba en un contexto feo porque mucha gente sufrió.

—¿Qué percibió de la situación en España?

—Allí donde vivimos, a las afueras de Madrid, un pelín resguardad­os, no percibes demasiado lo que ocurre en la ciudad y te enteras, sobre todo, por las noticias. Está claro que somos unos privilegia­dos dentro de esta situación al tener una casa grande con jardín, algo que millones de personas, con tres críos como nosotros, hubieran deseado al vivir en un piso en el centro sin poder salir. Por tanto, fue absolutame­nte llevadero.

—¿Cómo pasó el tiempo libre en casa?

—No se te hace largo con tres niños. Mi hijo mayor y mi hija acuden a un colegio americano aquí en Madrid, mi hijo está en primero y mi hija en la guardería. Los dos recibieron tareas online, de lunes a viernes. Fue algo que también ocupó mi tiempo, ser una mezcla entre papá y maestro. Las tareas son en inglés, con lo cual incluso yo pude aprender alguna que otra cosa. Además, también tenemos un hijo de un año que no es tan independie­nte y necesita nuestra atención. —¿Se considera un padre severo?

—Les suelo dejar pasar algunas cosas, pero sentimos la exigencia de convertir a nuestros hijos en personas simpáticas y educadas. Estamos muy atentos a que siempre

Madrid

saluden. De vez en cuando me doy cuenta de que otros niños no consiguen hacerlo, es algo que me molestaría como padre. En líneas generales, espero de mis hijos que hagan caso, algo que no siempre se da. Entonces se lo repetimos: la primera vez de manera más amable y la segunda, menos. Por lo demás, tienen una vida maravillos­a. No sólo en lo material, algo de lo que no son ni deben ser consciente­s. —¿Aprovechó el tiempo para probar cosas nuevas? Jürgen Klopp, por ejemplo, aprendió a atarse una corbata... —Tampoco hubo tanto tiempo

Fundación.

para probar cosas nuevas. Al final, no puedo plantar a los niños en una esquina y decir ‘ahora me tomo un tiempo para mí’. Es un curro de 24 horas diarias; pero, a la vez, el más bonito. Cuando los niños duermen por la noche, solemos estar reventados. Eso sí, he descubiert­o un deporte nuevo. Para mantenerme en forma durante el tiempo sin entrenamie­ntos me pedí un saco y guantes de boxeo. Lo probé con la ayuda de una aplicación. Al principio pensé que podía hacer un poquito más y me pasé cada nivel en unos pocos días. Me sentí bien en un primer momento. Eso sí, cuando me levanté al día siguiente, casi se me caen los brazos. Mis manos estaban tan hinchadas que pasé varios días sin poder llevar mi anillo de matrimonio. Fue tremendo. Pero también divertido. Después, también intenté ser creativo. Junto a mi hermano he creado un podcast, ‘Einfach mal Luppen’, que existe desde mayo.

—Sobre el terreno de juego es un estratega racional y analítico. ¿Ayuda en esta fase? —Está claro, pero he de decir que la cosa no pinta mucho peor para muchas personas que para mí. Tan sólo hay que tener en cuenta el estilo de vida: no necesito estar todo el día por ahí, ir al café o salir por la noche. Son cosas que ni siquiera hago en mi día a día normal, cuando todo está abierto. Por tanto, el cambio no fue tan difícil para mí. Tampoco tengo que preocuparm­e, a diferencia de mucha gente que ven en peligro sus puestos de trabajos o negocio, por el aspecto económico.

—Siempre da la impresión de estar en paz consigo mismo. ¿Cuándo se pone nervioso?

—Raras veces sobre el terreno de juego. Para ello, he vivido demasiadas cosas y he comprobado que la serenidad es una gran ayuda en multitud de ocasiones. Los éxitos también te dan cierta tranquilid­ad y la conciencia de que ya no te pueden afectar demasiadas cosas. Alguien me dio esa capacidad, pero no sé quién. En cualquier caso, no fue nadie de mi familia, ya que siempre me entero de lo nerviosos que están todos delante del televisor los días de partido. También está claro que, fuera del ámbito futbolísti­co, hay días en los que me pueden los nervios y las emociones. Cuando nacieron mis hijos, por ejemplo. Ahí no puedes influir o ayudar y tienes que cruzar los dedos por que todo salga bien. Es mucho más desagradab­le que estar sobre un terreno de juego.

—¿De qué manera lidia con situacione­s difíciles?

—En el fútbol confío en mis capacidade­s. Si tienes confianza en tus capacidade­s, automática­mente sientes más confianza en ti mismo y estás más tranquilo. No es algo de lo que puedas autoconven­certe, tienes que interioriz­arlo en las respectiva­s situacione­s. También es cuestión de carácter. Hay cierto tipo de cosas que no puedes aprender. Sin embargo, el nerviosism­o tampoco es algo puramente negativo. Lo fundamenta­l es cómo alcanzar un efecto positivo.

—Siempre da la impresión de tener el control sobre sí mismo. ¿Cuándo levanta la voz y enfurece?

—Cierto, la mayoría de veces es así. Pero cuando tengo la impresión de que mi equipo esta siendo injustamen­te desfavorec­ido por parte del árbitro, entonces sí que suelo levantar la voz. La injusticia es algo que me cabrea bastante. Tampoco soporto que me mientan. Prefiero una verdad desagradab­le. Por supuesto que también me cabreo y me emociono, eso sí, quizá con un pelín más de retraso que otros.

—En España se le tacha de

Confinamie­nto “Fue una maldición y una bendición: no tengo problema en estar en casa”

¿Nervioso? “He vivido muchas cosas y comprobé que la serenidad es una gran ayuda”

Mentalidad

“Si tienes confianza, en tus capacidade­s, confiarás más en ti mismo”

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Portada de la revista GQ en su edición alemana

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