Guerra entre los jugadores de la NBA
Kyrie Irving se convirtió en el rostro del movimiento de jugadores que quiere dinamitar el reinicio de la NBA. El base de los Nets ha hecho que se ponga el foco en las dudas que se extienden entre un colectivo de más de 450 individuos: las condiciones estrictas de la burbuja, el miedo al coronavirus y, por encima de todo, la situación social en EE UU tras el fallecimiento de George Floyd. Los jugadores (casi un 75% afroamericanos) temen que volver a jugar cree una nociva distracción.
Kyrie cobra 31,7 millones de dólares esta temporada. Pero, según el periodista Jeff Goodman, aseguró a sus compañeros de reunión que desde su posición de privilegio entiende que el sistema está creado para dividirlos: “Solo 20 tíos se llevan dinero de verdad. Soy uno de ellos, pero esto está pensado para que haya estratos que nos separen”. En esa reunión faltaban figuras, entre ellas un LeBron James que quiere jugar.
La NBA genera unos 8.000 millones de dólares al año, pero no es oro todo lo que reluce. Un agente le cuenta a Sean Deveney (Forbes) que “cuando Chris Paul se convirtió en presidente de la NBPA, las estrellas tomaron el control”. Y ahonda en la explicación: “El resto entiende que esas figuras traen dinero y atención mediática para todos, pero se fue perdiendo el interés del sindicato en cuidar y proteger a cada uno de sus miembros y se empezó a pensar solo en las estrellas. Así que ahora los jugadores ven el plan de Disney World y vuelven a pensar: demasiado Chris Paul, demasiado LeBron James”.
Hay voces en la Liga que acusan a Chris Paul, presidente del sindicato, de favorecer solo a las grandes estrellas
Paul, íntimo de LeBron, es presidente del sindicato que representa a unos jugadores entre los que hay muchos que no quieren quitar titulares a las reivindicaciones por el fin del racismo sistémico. Enes Kanter, pívot de los Celtics, asegura que hay bastantes e importantes jugadores contrarios al regreso: “Hay estrellas, jugadores trascendentes de equipos en posición de playoffs... si digo los nombres, se montaría un buen lío. Pero me dicen que no van a jugar”.
Muchos jugadores están descontentos con la dirección que el sindicato ha tomado desde 2013, desde que lo dirige Chris Paul. Solo 140 jugadores cobran por encima del salario medio, que supera los 7 millones, mientras que más de 325 se quedan por debajo.
Kyrie (vicepresidente del sindicato) parece representar una andanada al status quo de la NBA. Si los jugadores no acuden a Orlando, las pérdidas rondarán los 2.000 millones y la NBA haría uso de la cláusula para romper el convenio y llevar a la Liga a una situación de cierre patronal. Kyrie está “dispuesto a jugárselo todo”.