Mucho más que un sueño
El Valdepeñas es equipo virtual de Champions y jugará la final de la Liga ante un Movistar que derrocha orgullo
VALDEPEÑ. LEVANTE
El Viña Albali Valdepeñas no quiere despertar del sueño que vive esta temporada. El equipo manchego ha retomado la actividad justo donde lo dejó: haciendo historia. Ayer derrotó al Levante en las semifinales del playoff exprés de la Liga y jugará la final ante el Movistar. Un triunfo con premio doble, ya que la plaza conlleva un billete para la próxima Champions, aunque aún de forma virtual. De momento, los dos conjuntos de esta final irán a Europa, salvo que en octubre ElPozo o Barça ganen la Final Four. En ese caso, sólo acudiría el campeón de este playoff.
Cuentas que pasan a un segundo plano sobre todo en el caso de los manchegos, que por segunda vez este curso jugarán por levantar su primer título. En el mismo escenario, Málaga, en el que hicieron vibrar a su numerosa afición durante la Copa, ahora han completado otra gesta sin su apoyo en las gradas. Contra el Levante hicieron una primera parte prodigiosa en la que, guiados por el veterano Rafael Rato, se colocaron con 2-0 con gol y asistencia del brasileño.
No hizo mal partido el Levante, que llegaba de dejar fuera al Barça y que nunca bajó los brazos. Incluso recortó distancias por medio de un penalti que transformó Pedro Toro. Sin embargo, recibieron otro golpe antes del descanso con el 3-1 de Buitre. Tras la reanudación, absoluto monólogo levantinista ante un Valdepeñas agazapado, que tuvo que sufrir mucho (cargado encima de faltas) hasta los minutos finales, en los que Chino y Rafael sentenciaron. “Es para que pongan un busto a esta gente en Valdepeñas”, comentó el técnico, David
Ramos, al finalizar el choque. Como conquisten la Liga, nada es descartable...
Pero tanto mérito como el Valdepeñas tuvo el que será su rival el próximo martes por el título, el Movistar. Porque su partido ante el Palma fue una exhibición de orgullo de un grupo de jugadores que no se ha despistado por la marcha de muchos de ellos el 1 de julio, ni por los factores negativos que rodean al club, ejemplificados en un Ricardinho otra vez en la grada. El Palma, la escuadra que mejor había preparado este playoff (beneficiado por las fases de la desescalada), se adelantó y llevó la iniciativa, pero la reacción liderada por Humberto (autor de uno de los regates del año en el 1-0 de Borja), Bebe, Ortiz, Pola, Herrero... fue digna de lo que son: un equipo campeón.