Merecido honor ‘txuri-urdin’
Real Sociedad cierra los ojos y sueña. Aún es posible. Vamos”. Lo escribí en Twitter a falta de diez minutos del final del partido en el Metropolitano. Entonces la Real estaba fuera de Europa. Pero estaba convencido de que el fútbol le iba a dar una oportunidad, porque no podía ser tan injusto con este equipo al que le han atropellado una y otra vez tras el confinamiento, pero que siempre se ha levantado. Con corazón. Con alma. Con garra. Con un territorio detrás empujando. Con una afición fiel sufriendo a su lado. Con una falta de Januzaj, que volvió cuando nadie le esperaba en la última jornada, y que remató Monreal, pero que metieron todos los seguidores realistas al fondo de la portería del Atlético.
Un premio más que merecido. Por el brillante juego desplegado hasta marzo. Por su magia. Por el sufrimiento a partir de junio. Por su alma y su corazón. Y por Alguacil, sí Imanol, ese técnico de la casa que ha ido creciendo en el club hasta llevar al equipo a Europa y a la final de Copa en la misma temporada. Sin duda, el mejor entrenador que puede tener hoy en día la Real. Es imposible no sentirse orgulloso de estos jugadores y de su entrenador. Pasara lo que pasara. Es cierto que la lectura de la temporada no es la misma si consigues el billete continental que si te quedas sin él. Pero después de estar 35 jornadas en puestos europeos, hubo justicia en Madrid.