En el equipo titular, siete debutantes y cuatro jugadores veteranos
consideraba que España iba a disputar su partido 25 (el de Bolonia del mismo día contra Italia era el 24) y Portugal el 11 de su historia. La Federación portuguesa sigue considerando esa contienda como un compromiso más de su selección y compitió con su mejor once. En el palco del Stadium, después llamado Metropolitano, estuvo presente el Rey de España, Alfonso XIII. Una circunstancia que avala el carácter del acontecimiento.
Cierto es también que la extraña situación creada por el hecho de jugar dos partidos el mismo día, provocó que la Prensa de la época escribiera en algunos de sus artículos que la selección que iba a jugar en casa se podía considerar como un equipo B. Esta apreciación se pudo leer en los periódicos antes y después del partido.
Era manifiesto que los futbolistas elegidos para jugar en Italia, a pesar de las bajas de última hora, eran más habituales y solo debutó un jugador, Alfonso Olaso. Solo cinco citados para el Stadium habían sido ya internacionales y ocho se estrenaron.
Precisamente quien más confusión crea al respecto y puede ser el origen del desconcierto posterior es el propio seleccionador que años después, en 1950, escribe un libro titulado 9 años de seleccionador nacional, en el que tan pronto señala que a la selección que jugó contra Portugal se le podía considerar como ‘b’, como no hace distinción entre los dos partidos y contabiliza a todos los jugadores por igual.
El respetado historiador Félix Martialay documentó su encendida defensa de que el España-Portugal se disputó como un partido más de la Selección en los propios anuarios de la Federación, con la que colaboró durante muchos años. En los documentos que se publican desde 1927 hasta 1953 se comprueba cómo el amistoso se considera como tal hasta 1954. Es entonces cuando desaparece del anuario. Deja de ser considerado el encuentro 25 y pasa a ser catalogado como ‘B’. Curiosamente el nuevo partido 25, es el siguiente compromiso (10-1-28) también contra Portugal y que termina en empate (2-2).
Un último dato viene a ratificar que todo este proceso no se llevó bien. Resulta extraño que el partido en cuestión, jugado en 1927, se catalogara en 1954 como el primer partido de la ‘B’ cuando hasta el 20-3-49 no se disputó el primer partido de esta categoría. Un España-Portugal (5-2). ¡Cómo no! Después se jugaron dos en 1953 y a partir de entonces sí hubo cierta regularidad en la presencia de este combinado ‘B’.
Portugal